Hace casi ocho años que Francina Armengol en un acto de libertad y progresismo decidió prohibir que los menores pudieran acudir a la plaza de toros y la isla de Mallorca ha respondido: venta completa de entredas, con 6.000 espectadores, entre los cuales había 700 menores. Parece que los mallorquines no estaban muy de acuerdo con la decisión de la socialista. 

Aforo completo en la histórica corrida de este domingo en Inca, con la vuelta de los Miura a la capital y de los niños. 700 menores que han podido disfrutar de la Fiesta Nacional juntos a sus padres. 

La prohibición viene del 2017, situación ahora revertida por su modificación aprobada el año pasado con los votos de PP y Vox. Así, los niños han podido volver a disfrutar del coso, acompañados por adultos si tenían menos de 16 años. 

Una respuesta que deja claro que los mallorquines tenía sed de tauromaquia, frente a la imposición del animalismo, como defendió presidente de la Fundación Toro de Lidia (FTL), el ganadero Victorino Martín, "Los toros en España son una parte consustancial a nuestra identidad, adherida a nuestro espíritu (...). No se puede entender la realidad de España sin los toros, y es precisamente por esto por lo que son atacados".

"Tras la excusa de una ideología animalista lo que subyace es un intento de debilitar los lazos que nos unen a los españoles a través de una cultura compartida".

La izquierda usa la tauromaquia supuestamente por amor al animal, pero detrás se esconde un intento de borrar las tradiciones españolas, el humanizar al animal... y un factor más de división.