El lobo terrible y tirando a enorme. Esta es la especie, un lobo enorme, que se extinguió hace muchos siglos. Han conseguido recuperar al bicho en un laboratorio norteamericano, utilizando el ADN de fósiles.

Hombre, lo primero que llama la atención es que el aborto se haya convertido en el signo de nuestro tiempo, cuando la ciencia, incluso la biología, oiga usted, avanzan hacia el origen de la vida. ¿Ya sabemos cómo recrear un lobo enorme pero seguimos matando embriones humanos porque decimos que todavía no son personas?  

Pero volvamos al lobo terrible: ¿para qué quieres un lobo gigante? ¿Para jugar a ser Dios? ¿Estamos ante un lobo terrible o ante la terrible soberbia de algunos científicos jugando a ser dioses?

Crear es el salto de la nada al ser, no el crecimiento de algo pequeño hasta convertirse en algo grande. Eso no es creación, tan sólo evolución. Vamos, que lo del científico no es para tanto...

Y por cierto, juegan a ser Dios con la cartas marcadas. Porque Dios crea de la nada, no de un ADN ya creado... por Dios. Quizás sea el momento de recordar que el hombre no crea nada, ni tan siquiera al lobo terrible. El hombre sólo trasforma lo ya creado, a veces incluso para bien. 

Crear es el salto de la nada al ser, no de una raíz al árbol ni de lo pequeño a lo grande. Eso no es creación, tan sólo evolución, eso sólo trasforma o produce. 

En puridad, la creatura, también conocida como criatura, no crea, es creada. Vamos, que lo del científico no es para tanto...