Isabel Pérez Moñino, afirmaba sobre los “menores” extranjeros que llegan de manera ilegal a España: «Lo que nosotros hemos visto son jóvenes que tienen más años que un bosque. Y no sé cuántas niñas hay, pero no hemos visto ninguna».

En la misma línea, las declaraciones de un vecino de un barrio de la comunidad que "En 1964 era un paraíso" y ahora está abandonado. Coincide con la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid en que no son niños y, si lo fueran, "tienen que estar con sus padres, no por ahí abandonados". 

Mientras, la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, ha criticado duramente al Gobierno central por la creación de 510 nuevas plazas en los centros temporales de acogida de inmigrantes en Carabanchel y Alcalá de Henares. La dirigente popular ha señalado que esta decisión se tomó «sin ningún tipo de coordinación» con la administración regional ni con los ayuntamientos implicados.

Claro que en Hispanidad ya hemos escrito en más de una ocasión sobre la incoherencia de la presidenta madrileña respecto a la inmigración ilegal: por un lado pido "estar al lado de personas que llegan en situaciones infrahumanas" y, por otro, se pregunta: "¿cómo integro a personas que no sé que arrastran detrás?"

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