Según publica ABC, la historia de Malika Chalhi ha mantenido a millones de personas pegadas a la televisión y los periódicos en Italia. La joven toscana fue expulsada de su casa hace unos meses por sus padres por ser homosexual. Fue ella misma quien contó en varios medios locales y nacionales su situación familiar tras haber sido amenazada por su madre en redes sociales.

Después de la denuncia pública de la joven de 22 años, su prima decidió abrir dos recaudaciones de fondos en la web Gofundme «para ayudarla a reconstruir su vida». Fueron muchas las personas que decidieron aportar ya que Malika dijo haberse quedado sin hogar. La primera recaudación alcanzó los 140.000 euros y la segunda (aún abierta cuando se publicaba esta información) ya estaba en los 12.000.

La joven aseguraba «soy una chica que ha perdido sus puntos de referencia. Quiero luchar por buenas causas y, en Panda o Mercedes, lo haré». Al final, parece que ha preferido el Mercedes.  En una foto publicada en redes sociales se puede ver a Malika conduciendo un nuevo Mercedes Clase A. La joven primero se justificó diciendo que el coche pertenecía a los padres de su pareja, con quien ahora vive en Milán, pero al parecer era mentira. Cuando se le preguntó sobre el tema del Mercedes, Malika finalmente lo admitió: «Quería darme un capricho. Me compré un buen coche, podría haberme comprado uno pequeño y no lo hice. Si mentí sobre el coche es porque me encerraron, me metieron en un armario...». Y, claro, hay que entenderlo, cuando salió viajar en un panda habría sido claustrofóbico.

Además de lo del coche a Malika también la acusan de haber comprado un bulldog francés de 2.500 euros. «Se llevó el perro más caro», dijo el vendedor al canal Tpi. «No la reconocí al principio, pero luego lo supe. Gastó 2.470 euros, pagó con dos transferencias bancarias, una el 15 de mayo y la otra el 21 de mayo. Se llevó el más caro».

En las últimas horas, la imagen de la joven se ha visto muy debilitada. Su agente le comunicó por email que renunciaba. Dice que la había ayudado de forma altruista porque ella le hizo creer que quería involucrarse en el sector social. El Mercedes le había hecho sospechar, pero ella había jurado que no era suyo para después confirmar que sí lo era.