Los vecinos que sufren casos de okupación suelen tener una queja común: la violencia. Y un nuevo ejemplo llega desde Albaicín (Granada)

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Un joven de 20 años y de nacionalidad marroquí ha intentado okupar varios apartamentos turísticos accediendo por un balcón. La central de alarmas dio el aviso, pero el guarda de la urbanización y la seguridad no pudieron entrar porque las cerraduras había sido forzadas por dentro para evitarlo. 

Agentes de la Policía Nacional de Granada se presentaron en la zona y pudieron detener al joven, quien, para evitar la detención, comenzó a causar daños en los pisos con una sierra radial. Primero cortó varios hierros de forja e los balcones, para más tarde destrozar las cerraduras, persianas, rejas, ventanas y marcos de puertas. 

Pero ojo, no relacionen nunca nunca nunca violencia e inmigración, es más, olviden esta noticia porque como bien claro dejó Sánchez: la okupación "es un bulo", además de los malos, porque hace que "el 34% de los ciudadanos teman que les ocupen su casa, cuando este problema afecta a menos del 0,06% de las viviendas del país".

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