El Papa Francisco ha muerto. Las reacciones, laudatorias, que en este mundo nunca negamos un buen funeral a nadie, sobre la muerte del Papa Francisco, se resumen en dos; los progresistas, católicos o no- le alaban con denuedo y utilizan su muerte como banderín de enganche para su causa. Vamos que Francisco estaba con ellos. Los conservadores o tradicionalistas -un bando poliédrico y mucho más difícil de identificar- han llegado a decir, como Santiago Abascal, líder de Vox, que le desean que descanse en paz, como si en caso de Francisco resultara un objetivo difícil.
Hagamos un recorrido por las reacciones con una serie de ejemplos concretos.

¿La familia real traslada su pésame a toda la Iglesia católica? ¿Qué ocurre, que dicha familia no forma parte de la Iglesia católica? ¡Majestad, qué neutralidad la suya y la de su real familia!

La Iglesia según Pedro: Justicia social, no de la otra, lucha contra la pobreza -que él está creando- y con la paz, la paz en el mundo. ¡A ver si el ateazo de Pedro se va a convertir!

Feijóo, derecha moderna: el Papa ha servido a la iglesia desde sus convicciones... que no son las mías.

Escueto como nunca, don Santiago. Y un tanto equívoco.

Bolaños, el más avanzado, siempre: Francisco es de los nuestros, del PSOE. Y lo dice el ministro que le ha tomado el pelo a la Iglesia hace dos semanas, con el acuerdo sobre el Valle de los Caídos.

Montero la reduccionsita: siempre estuvo al lado de los débiles, de los fuertes no, que para eso se basta ella.

Bien por lo de hispanoamericano.

Al menos cita a la fe cristiana, a lo mejor no es tan timorato como parece el señor alcalde de Madrid.

Esto es genial: el Papa es bueno porque se revolvió contra la Iglesia, contra su propia Iglesia, nada menos que cómplice de los dueños del mundo,

He visto pésames más cariñosos pero la verdad es que lo de Francisco con Donald Trump (quien pide desea que el Pontífice descanse en paz y que Dios bendiga a sus seres queridos) rozaba la obsesión, que no dudaba en llevarle a intervenir en las campañas electorales. Lo hizo en Argentina y lo hizo en Estados Unidos.

Menos fría que la de Donald Trump pero también en vuelo rasante. Fue el último político que le vio con vida.

Ursula también barre para casa y también quiere marcar sello respecto al sucesor de Francisco. Curioso lo emocionante del epitafio y su pretendida dientificación con el finado, cuando la última declaración de Francisco habla del "desarme real" mundial y la última decisión de enjundia de doña Ursula fue el rearme europeo, por valor de 800.000 millones de euros.

Narendra Modi, convertido hoy en el mayor perseguidor de cristianos, emocionado ante la muerte de Francisco. Como debe ser.

Giorgia Meloni finaliza su mensaje reafirmando: "sabemos que ahora está en la paz del Señor".

Muy bueno lo de Milei: de llamarle comunista (antes, el Papa le llamó populista) al lamento desgarador por su muerte. Todo muy sincero.

Emmanuel 'Lolito' Macron, banquero de inversión, se emociona por la alegría que el Papa llevó a los pobres,

... que no era hincha del Real Madrid sino del San Lorenzo de Almagro.