Les decíamos ayer jueves en Hispanidad que sin duda el caso de María, 'La Beyoncé de la okupación', ha revolucionado el país. En un vídeo-tour, la okupa mostraba el chalet en el que se había instalado con su familia: una casa de lujo en Coves Noves, una urbanización en Menorca. El revuelo ha sido tal que se ha producido el desalojo de la okupa y su familia en tiempo récord. Una suerte con la que no cuentan otros muchos propietarios. 

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Hablamos de Rocío, una vecina del municipio gaditano de Rota, que se ha visto obligada a vivir en un trastero porque su piso está siendo okupado por una familia y ella se ha quedado en la calle.

Rocío, de 60 años, ha tenido que acomodar una colchoneeta con dos cojines y una mesita en el trastero, lleno de cajas, para poder tener un techo. En la actualidad no tiene trabajo estable y vive de la caridad de sus amigos. 

Todo comenzó en 2021, Rocío alquiló su piso por un año porque se fue a vivir con su pareja, tiempo después, su relación se rompió, pero los inquilinos se negaron a abandonar la vivienda. 

Desde ahí dejaron de pagar el alquiler y la deuda ya va por 15.000 euros, los okupas no le cogen las llamadas y le han bloqueado. Para desesperación de Rocío, los destrozos causados en la vivienda son incontables: "Que me la devuelvan por favor, que no tengo otra".

El caso ya está en manos de la justicia, pero sus okupas se han declarado vulnerables, ya que hay tres menores en la casa, pero ella recuerda que tampoco tiene ingresos, además, como no tiene casa, no puede empadronarse por lo que no puede acceder a las ayudas. 

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En 'Y ahora Sonsoles' han hablado con los okupas, que han asegurado que Rocío es "una sinvergüenza" y que no se van porque no tiene a dónde ir con los niños.