Miguel Antonio R.P. cumple una condena de 30 años en el centro penitenciario de Zuera por delitos de asesinato, robo con violencia e incendio por haber matado a golpes a su vecina y haber incendiado el domicilio de la víctima en 2015.

Pero desde hace unos meses su vida en la cárcel ha cambiado, porque la dirección de la cárcel ha autorizado su traslado a un módulo femenino porque, a sus 34 años, asegura que se autopercibe mujer y ha decidido comenzar un tratamiento de hormonación. 

Los funcionarios del centro no salen de su asombro, calificando al noticia de "fraude". Aseguran que la dirección negó en varias ocasiones el traslado, pero en este último intento, la recluso lo ha conseguido. La interna tiene nacionalidad española, pero es de origen colombiano, ha decidido que, pese al cambio registral de sexo, prefiere seguir llamándose Miguel, aunque sí se ha dejado el pelo largo y ha comunicado que se "siente una mujer lesbiana", y sigue casada con otra mujer con la que tiene autorizados distintos vis a vis

Encuentros que muchas veces prioriza frente a ir al médico para continuar con su proceso de hormonación. Algunos funcionarios aseguran que el cambio lo quería porque tiene una condena larga y en el módulo femenino se vive muy bien y hay menos problemas.