Sánchez obliga a los ganaderos a escribir un 'diario de la vaca' para saber dónde están las reses, qué se hace con los pastos... ¿tendrán que apuntar también número de flatulencias bovinas por día?
La ciencia avanza que da gusto. Y si no, que se lo digan a las vacas para quienes los investigadores han descubierto una 'dieta saludable'. Gracias a un aditivo de origen sintético (es decir, elaborado en laboratorio y cuyo desarrollo cuenta con participación española) denominado Bovaer, que añadido a la alimentación del ganado se “logra reducir las emisiones de metano en un 30%”, es decir, las vacas serán menos pedorras y, por tanto, contaminarán menos, que es de lo que estamos hablando.
Y es que, atención al poder de las flatulencias, tal y como explica Fernando Valladares, investigador del CSIC experto en cambio climático, aunque el tiempo de residencia del metano en la atmósfera es inferior al del CO2 (12 años frente a más de 120), es mucho más efectivo atrapando la radiación solar y contribuyendo de forma más potente al calentamiento. Se ha calculado que tiene 36 veces más potencial.
Según ABC, contra esta realidad, la Unión Europea ha marcado como objetivo que las emisiones de metano procedentes de la ganadería sean reducidas en un 80-95% para el año 2050. Aunque esta actividad económica no es la única responsable de las emisiones de metano, sí se ha calculado que a ella le corresponde el 30% del total producidas por la actividad humana (esto es, de origen antropogénico). Esta es una de las razones por las que siempre se cita la reducción del consumo de carne en la lista de consejos a seguir para cuidar el planeta. En esto, Alberto Garzón es un alumno aventajado.