Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Nepal, donde los creyentes en Jesús sufren persecución por parte de los extremistas hindúes. 

A finales del pasado mes de agosto se produjo un episodio de persecución que ha trascendido ahora. El grupo radical Hindu Samrat Sena invadió una ceremonia cristiana de culto, en la que sus extremistas hindúes agredieron verbalmente a los cristianos, mientras gritaban “¡Salve, señor Ram!” y destrozaban el templo, relata Puertas Abiertas.  

Aunque dos agentes de policía acudieron al lugar de los hechos, no pudieron evitar las agresiones por parte de los hinduistas. Los uniformados aconsejaron a los fieles que se refugiasen en una comisaría. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando, al ingresar en la sede de la comisaría, el inspector jefe les acusó de conversiones forzadas y de obligar a los hindúes a comer carne de vaca. Y no solo eso: se amenazó al pastor cristiano con sanciones si se le ocurría evangelizar. 

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Pero Pedro Sánchez fue muy feliz con Narendra Modi, al que estamos seguros no le preguntó por el hecho de que India, bajo el nacionalismo panteísta de Modi, se haya convertido en el país del mundo donde más se ha recrudecido la cristianofobia, aún más que en China, aunque también ahí se persigue los cristianos. Y en la vecina Nepal, una extensión de India y Cnina, tenía que ocurrir lo mismo.

Nuestro siguiente destino es Nigeria, donde prosigue la brutal persecución a los cristianos, una de cuyas formas consiste en los secuestros

Es lo que le pasó a Thomas Oyode, rector del Seminario Menor de la Inmaculada Concepción de la diócesis de Auchi (estado de Edo), cuando individuos armados entraron en el edificio y le secuestraron, relata Infocatólica

El Director de Comunicaciones de la diócesis, el padre Peter Egielewa, contó que el P. Oyode fue «llevado al bosque». Lamentaba no haber sido informado sobre el estado del cura. Y pidió oraciones por él: «La Diócesis Católica de Auchi solicita a todas las personas de buena voluntad que se unan a los fieles de la Diócesis en oración para que los secuestradores liberen al Padre Oyode sin daño alguno».

Como se sabe, en Nigeria, los cristianos sufren particularmente la persecución por parte de los yihadistas y de los pastores musulmanes fulani

Cristianos perseguidos en Pakistán (Foto cedida por ACN)

(Cristianos perseguidos en Pakistán, foto de ACN)

Nos vamos a Pakistán, donde fue detenido el padre (Masih Shakeel) de una niña cristiana de 13 años (Roshani), que había sido secuestrada y convertida por la fuerza al islam, por pedir justicia para su hija, que consiguió huir de la familia que la había secuestrado. 

Sin embargo, su padre ha sido torturado para que revele el escondite de su hija y por ello, ha sido injustamente detenido por decisión del magistrado Farooq Latif. 

En diálogo con AsiaNews, Nazia Bibi, la madre de Roshani, dijo: "Mi marido está detenido desde hace tres días, la policía está torturando a toda nuestra familia, incluyendo a los hermanos de mi marido, y ha presentado denuncias falsas contra nosotros. Todo lo que están haciendo es para evitar que levantemos la voz para obtener justicia para nuestra hija". 

“La familia musulmana se comporta como si Roshani fuera de su propiedad, se la llevan una y otra vez y la policía colabora con ellos. Pido humildemente a las instituciones de derechos humanos que levanten la voz por nuestra hija y nuestra familia, somos pobres y no podemos luchar con ellos”, añadió la madre de la niña. 

Por su parte, el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia está pidiendo, a través de una recogida de firmas, al Ministerio de Justicia polaco, que esclarezca la situación del sacerdote Michal Olszewski, detenido durante siete meses, desde el Jueves Santo, acusado por el actual gobierno polaco de apropiación indebida de bienes públicos.

Desde el OLRC, piden que se respeten sus derechos, ya que el religioso está sufriendo presión física y psicológica. Y es que el cura no puede celebrar misa ni tener asistencia religiosa, y se le está privando del sueño. “La UE debería tomar cartas en el asunto, ante un preso político en un país democrático europeo y ante -el anticlericalismo del Ejecutivo polaco”, explica María García, presidenta del Observatorio para la Libertad Religiosa.