Una vez más tenemos que ocuparnos de Nigeria, un país donde operan las milicias islamistas de los pastores musulmanes Fulani o grupos yihadistas como Boko Haram o la facción del Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP), que se dedican a atacar a los cristianos…, ante el ominoso silencio de Occidente.
El último caso se produjo el fin de semana del 12 y 13 de abril, cuando grupos yihadistas, en el estado de Plateau, asesinaron a 52 agricultores cristianos, recogió La Gaceta.
Recientemente, en declaraciones a Hispanidad, el director de Puertas Abiertas en España, Ted Blake, manifestaba su preocupación por lo que está ocurriendo en ese país africano: "Nigeria sigue representando un porcentaje altísimo del total de asesinatos en el mundo por causa de la fe cristiana. Este año fue el 69%. El año pasado estaba más cerca del 80% del total de asesinatos por causa de la fe cristiana en todo el mundo. Es un país que nos preocupa de una forma muy intensa. La violencia se concentra principalmente en el norte del país, pero se ha extendido también a la parte central, donde hay una mayor igualdad (de población) entre cristianos y musulmanes, y algunas cosas han empezado a ocurrir en el sur, donde la población es mayoritariamente cristiana. Esto es por causa de grupos yihadistas como Boko Haram o los pastores musulmanes Fulani, que son grupos armados con una visión religiosa. Lo que ocurre con el islam es que la religión y la política van unidas, no se separan. Entonces, si solo se trata desde una perspectiva política, se están equivocando en la interpretación de lo que está ocurriendo, y hay una motivación religiosa metida en el concepto político que hay en la acción de estos grupos armados islamistas".
En este contexto, Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha realizado una entrevista a Mons. Habila Daboh, obispo de Zaria, en la que asegura que “el número de cristianos está creciendo de forma astronómica en el norte de Nigeria”.
“Nosotros crecimos junto con las diferentes grupos étnicos”, indica el obispo, que es originario de la región. “La vida transcurría con normalidad. Compartíamos la comida de Navidad con los musulmanes y durante sus celebraciones ellos compartían su comida con nosotros. Comíamos juntos, jugábamos al fútbol, acudíamos a los mismos mercados y nos bañábamos en los mismos ríos. Entonces, llegaron los extremistas afirmando que si no eres musulmán no deberías estar vivo, y allí es donde la vida se volvió terrible para los cristianos”. “Y de ahí provienen las tensiones actuales”, continúa Mons. Daboh. “Los extremistas creen que no deberíamos estar en esta región, y como ven que estamos creciendo, nos consideran una amenaza para la comunidad musulmana”.
Mientras los grupos yihadistas más extremistas, como Boko Haram, se oponen radicalmente a cualquier forma de educación occidental, el obispo de Zaria recalca que los cristianos quieren formarse: “Mi pueblo tiene hambre de formación”, asegura el obispo. “Cuando se forman, se liberan; con educación pueden encontrar comida por sí mismos; con educación saben lo que está bien y lo que está mal”. Por estas razones, Mons. Daboh ha dicho a ACN que cree que, aun afrontando amenazas constantes y aunque muchos cristianos vivan desplazados, su rebaño encuentra la felicidad en medio de las penalidades.
“Mi pueblo es un pueblo feliz. Pese a las dificultades, a su pobreza y a la persecución, mi pueblo sigue siendo un pueblo feliz”, asegura el prelado. “Son felices porque tienen a Cristo”.