Atención a esta genialidad de España Confidencial: “Si de todos los casos de pederastia sólo hablas de los de la Iglesia, lo que te preocupa realmente no es la pederastia”. Vamos, que lo que quieres es darle una toba al cura.

La pederastia clerical es mínima comparada con la pederastia global pero, miren por dónde, no se habla de otra cosa que de pedofilia clerical. El cinismo progre no deja de crecer en cantidad. 

Y la cosa ha llegado a su culmen, decíamos el viernes, cuando el ilustrísimo señor fiscal general del Estado, don Álvaro García Ortiz, decidió abrir un nuevo capítulo de pedofilia denominado pederastia clerical. Y ya puestos, sin cosa juzgada, nuestro sapientísimo jurista aconsejaba a la Iglesia que, ‘motu proprio’, empezara a indemnizar a sus víctimas sin tan siquiera demostrar si habían sido verdugos.

Por el mismo precio podrían haber decidido abrir un capítulo sobre pederastia entre los seguidores del Barça, pero, miren por dónde, don Álvaro no le tiene paquete al Barça, a la Iglesia sí.

Ojo, acepto que cualitativamente la pederastia de un cura es más grave que la de un laico, pero sólo si también se acepta, y me temo que los progres no lo hacen, que tal cosa ocurre porque el sacerdocio es algo muy valioso y que cuando un cura a quien se le ha dejado el cuidado de un menor se aprovecha de él... pues es como para abofetear al cura reiteradamente. Pero el caso es que la pederastia clerical es cuantitativamente mínima, comparada con la laical.

Ahora bien, no creo que esa valoración esté en la cabeza del señor fiscal... como no creo que persiga con tanto ahínco la pederastia clerical como la laical. 

Es más, ya hemos dicho que cuando la pederastia deje de servir para golpear a la Iglesia, la pederastia será normalizada, regularizada y legalizada. Acuérdense de la ministra Irene Montero y su afirmación de que los niños tienen derecho a acostarse con quien quieran: ¡Toma ya! 

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Será el momento en que todo aquel que se oponga a la legalización de la pedofilia será un carca, un antiguo y un poco fachas. Al tiempo.

Y es que al Nuevo Orden Mundial (NOM) no le importa la pederastia. Es más, le gusta... como todo aquello que destruya al hombre y a la sociedad.