Informa FridayFax, el órgano de tratados de la ONU que se centra en los derechos de las mujeres publicó esta semana un informe en el que acusa a Polonia de violar los derechos de las mujeres al restringir el aborto. El Comité de la CEDAW instó a Polonia a apoyar "el derecho al aborto como un derecho fundamental" y a adoptar normas en línea con las directrices de la Organización Mundial de la Salud, incluida la "despenalización total y la legalización del aborto".

Y es que tras el intento fallido del niño mimado de Bruselas, Donald Tusk, de legalizar el aborto en Polonia, la ONU ha enloquecido y ha redoblado los esfuerzos para obligar al país a imponer el aborto libre. 

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El informe del Comité CEDAW llega tras la información enviada por activistas del aborto, incluido el Centro de Derechos Reproductivos, que alegaban que las restricciones al aborto en Polonia violaban los términos del tratado CEDAW, que Polonia ha ratificado. "El Comité de la CEDAW tiene una larga historia de presión a los países para que liberalicen sus leyes sobre el aborto, a pesar de que el tratado no hace mención del aborto, ni explícita ni eufemísticamente, y de que no existe ningún derecho humano internacionalmente reconocido al aborto en ningún tratado de derechos humanos de la ONU ni en ninguna resolución de la Asamblea General".

Recuerden que ya no es sólo que el aborto sea tratado como un derecho fundamental, sino que Organización Mundial de la Salud (OMS), dirigida por Tedros Adhanom, uno de nuestros peores ciudadanos, está en plena campaña para promover el aborto hasta el mismísimo parto. Tedros ha solicitado que ningún país se atreva a limitar el ‘derecho al aborto’ basándose en “límites de edad gestacional”. O sea, aborto libre hasta el mismísimo parto… y más allá.

En esta línea también va Europa, el Parlamento Europeo aprobó el "derecho al aborto", es decir, convertir la despenalización del aborto en derecho al aborto. De ahí, se irá a por el siguiente objetivo: instaurar el aborto a vencimiento, hasta el mismísimo momento del parto. En este camino la ONU sigue la senda, y ojo, porque España va de la mano. 

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