¿Recuerdan el caso de Itziar? Madre soltera, tiene tres hijos de 7, 15 y 18 años. Tiene un piso en propiedad en el que no puede vivir porque mantiene a sus inquiokupas en él, una familia marroquí "con empresas" y que "era perfectamente solvente". Mientras espera a que le devuelvan su casa tiene que vivir en casa de sus padres, jubilados: "Los adolescentes duermen con sus abuelos y el pequeño, conmigo. Me deben 20.000 euros y ya no puedo más. Estoy en tratamiento por depresión y también para poder dormir".

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Después de denunciar su caso, sus okupas le han denunciado a ella: "Me denuncian por hostigamiento y por publicar datos de su intimidad que, según dicen, desprotegen a sus hijos". Pide ayuda para hacer frente a esta situación: "Necesito un abogado y ya no tengo dinero, solo deudas".

En la denuncia, los okupas echan en cara la persecución que dicen haber sufrido por parte de Telecinco y Telemadrid, después de que se hicieran eco de la noticia publicada en Libre Mercado. Los okupas aseguran que hubo periodistas que se presentaron con la cámara en su domicilio. 

Los okupas, muy dignos ellos, se negaron a participar en el programa y pidieron que se respetara su privacidad: ¡Faltaría más!. Los 'pobres' okupas, que sólo quieren vivir tranquilos, dicen haber sufrido hasta un ataque de ansiedad por el acoso. Llamaron a la Policía y los agentes llamaron a servicios sanitarios y le ofrecieron ir al hospital: "Rechacé la petición porque las personas denunciadas estaban con cámaras y micrófonos en el portal, cosa que ha limitado mi libertad de actuar (…), lo que ha puesto mi salud física y mental en alto riesgo". 

"Han identificado la calle y el número del portal, han mostrado con exactitud las tres ventanas de mi piso diciendo que era un bajo y me han identificado diciendo que soy ‘compra y venta de coches’", aseguran. 

"Pido abrir una investigación y denunciar a Itziar (...) por difamación, perseguir y grabarme a mí, a mi familia y, sobre todo, a mis hijos menores de edad, y por difundir contenidos digitales, intentando presionarnos, sabiendo que el conflicto que tenemos está ante el juzgado y que debemos respetar a la Justicia española", argumentan.

"Me siento amenazado, acosado e inseguro junto con mis hijos menores de edad, que van al colegio y al Instituto. Estoy sufriendo una depresión grave por la que estoy de baja médica y no estoy apto para afrontar más presión".