La hemos repetido en más de una ocasión: la caradura okupa no conoce límites. Atención al caso ocurrido en Valdemoro (Madrid), hace unas dos semanas se vendió el bajo de un edificio, primero lo okuparon seis personas, pero a los pocos días, otros okupas los echaron y okuparon la casa. 

Los vecinos están desesperados, son 30 familias del barrio del Caracol que llamaron a la Policía y a la Guardia Civil, cuya respuesta, según los propios vecinos, fue que el caso estaba en manos del juzgado y que intentaran convivir con ellos. Pero claro, entró en escena el segundo grupo de okupas. 

Esto supuso que a los habituales problemas que trae un okupa -enganches de luz y agua, destrozos en las zonas comunes, amenazas...- los vecinos se vieran obligados a lidiar con las peleas entre los dos grupos de okupas que luchan por la casa. 

Para colmo, si los agentes les aseguraron a los vecinos que no había nada que hacer y que esperaran al jucio, que como hemos visto en otras ocasiones puede dilatarse hasta 12 años, la respuesta a las dos bandas okupas ha sido mucho más ágil: juicio rápido

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Sí, es lo que se están imaginando, el juzgado va a celebrar un juicio rápido a petición del primer grupo okupa, porque el segundo les expulsó, okuparon y cambiaron la cerradura... ¿se lo pueden creer?