Como ha venido explicando Hispanidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) --que dirige Tedros Adhanom Ghebreyesus-- está intentado recortar la soberanía de los países por medio de un tratado pandémico que, con la brillante excusa de proteger la salud de los ciudadanos ante nuevas pandemias, etc., tendría un poder excepcional, nada menos que para, por ejemplo, cerrar fronteras, confinar a quien le venga en gana o convertirnos a todos en conejillos de indias de experimentos médicos. 

Es decir, que el Nuevo Orden Mundial conseguiría, con la excusa del 'Tratado pandémico' lo más parecido a un Gobierno mundial o tiranía global, que es en realidad su último fin.

El primer ensayo de esto fueron las restricciones acometidas por muchos gobiernos nacionales durante la pasada pandemia del covid, siguiendo recomendaciones, precisamente, de la OMS.

El principio de Tedros es muy sencillo. Lo descubrió con la pandemia de 2020, que, en este sentido, resultó todo un éxito: la gente renunciará a su libertad, hará lo que quieras, cualquier cosa, con tal de salvar su vida, si consigues convencerle de que se encuentra en peligro, a ser posible frente a un enemigo invisible e incontrolable. Mismamente, un virus. Mismamente, el Covid 2019. 

 Las tiranías del futuro se harán en nombre de la salud o de la seguridad, que vien a ser lo mismo. Y Tedros lo sabe,

Pues bien: la noticia de ayer martes es que más de 190 países adheridos a la OMS han pactado un proyecto de ‘Tratado pandémico’, que será sometido a consideración en la próxima Asamblea Mundial de la Salud, en el mes de mayo, explica la nota de prensa de la OMS

“Las propuestas del texto incluyen el establecimiento de un sistema de acceso a patógenos y distribución de beneficios; la adopción de medidas concretas para la prevención de pandemias, incluyendo el enfoque ‘Una Salud'; el desarrollo de capacidades de investigación y desarrollo geográficamente diversas; la facilitación de la transferencia de tecnología y de conocimientos, habilidades y experiencia conexos para la producción de productos sanitarios relacionados con pandemias; la movilización de un personal nacional y mundial cualificado, capacitado y multidisciplinario para emergencias sanitarias; el establecimiento de un mecanismo de coordinación financiera; la adopción de medidas concretas para fortalecer la preparación, la disponibilidad, las funciones y la resiliencia del sistema de salud; y el establecimiento de una cadena de suministro y una red logística globales”, señala la OMS. 

“Las naciones del mundo hicieron historia hoy en Ginebra”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la OMS. “Al alcanzar el consenso sobre el Acuerdo sobre Pandemias, no solo establecieron un acuerdo generacional para un mundo más seguro, sino que también demostraron que el multilateralismo sigue vigente y que, en nuestro mundo dividido, las naciones aún pueden trabajar juntas para encontrar puntos en común y una respuesta común a las amenazas comunes. Agradezco a los Estados Miembros de la OMS y a sus equipos negociadores su visión de futuro, compromiso e incansable labor. Esperamos con interés la consideración del acuerdo por parte de la Asamblea Mundial de la Salud y, esperamos, su adopción”.

Hicieron historia porque, con este Tratado, ante una epidemia, la OMS, que dirige Tedros, mandará más que las soberanías nacionales. El resto es secundario. 

Ahora bien, en plena polémica con Estados Unidps sobre este punto, Adhanom ha tenido que aceptar barrerras al poder omnímodo que pretende. La propia nota de prensa de la OMS advierte que “la propuesta afirma la soberanía de los países para abordar los asuntos de salud pública dentro de sus fronteras y dispone que ninguna disposición del proyecto de acuerdo se interpretará como que otorga a la OMS autoridad alguna para dirigir, ordenar, modificar o prescribir leyes o políticas nacionales, ni para obligar a los Estados a adoptar medidas específicas, como prohibir o aceptar viajeros, imponer mandatos de vacunación o medidas terapéuticas o diagnósticas, o implementar confinamientos”.

Sin embargo, hay países que no se creen esto último. En EEUU, 22 fiscales y 49 senadores ya advirtieron al anterior presidente Joe Biden de la pérdida de soberanía que suponía firmar el texto: “En última instancia, el objetivo de estos instrumentos es ceder autoridad a la OMS para restringir los derechos a la libertad de expresión, privacidad, movimiento (especialmente viajes a través de fronteras) y consentimiento informado”. 

Por ello, una de las primeras decisiones adoptadas por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, fue retirar a su país de la OMS, en enero de este año. Así lo explicó la Casa Blanca en su orden ejecutiva: “Estados Unidos anunció su retiro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2020 debido al mal manejo por parte de la organización de la pandemia de Covid-19 que surgió de Wuhan, China, y otras crisis de salud globales, su fracaso en adoptar reformas urgentemente necesarias y su incapacidad para demostrar independencia de la influencia política inapropiada de los estados miembros de la OMS”. 

Además, la Casa Blanca denunció que la OMS "sigue exigiendo pagos injustamente onerosos" a Estados Unidos. Y es que Washington sigue siendo el mayor financiador de este organismo de la ONU, con un 18% de su financiación total. No obstante, la retirada de EEUU de la OMS se hará efectiva el 22 de enero de 2026 ya que los países están obligados a anunciar su retirada con un año de antelación, según ConSalud

Otros países como como Italia o Argentina, liderados por Giorgia Meloni o Javier Mieli, también rechazan el Tratado pandémico. Y Argentina ya tomó la decisión de salirse de la OMS porque, como hemos dicho, recorta la soberanía de los países. 

Estaremos atentos a la asamblea de la OMS de mayo...