Los reclusos apelan en su escrito al artículo 43.1 de la ley trans para cambiar de cárcel a una femenina
Hace poco más de un mes Irene Montero aprobada, sin escuchar a los expertos, su ley Trans. En estos días las consecuencias de su rodillo se han hecho patentes. Tenemos a un opositor a policía local de Torrelodones que argumenta ser mujer a la hora de realizar las pruebas físicas para aventajar a sus compañeros. A lo que hay que sumar que los funcionarios de los registros civiles están desbordados ante el aluvión de varones que quieren cambiar de sexo, eso sí, sólo sobre el papel, claro, no de verdad. Y sin olvidarnos del condenado por abusar sexual a su hermanastra menor, que se ha cambiado de sexo para entrar en una cárcel de mujeres.
Y para rematar, ahora el medio La Nueva España publica que seis reclusos del centro penitenciario de Asturias han iniciado los trámites de cambio de género registral para poder pedir su traslado a un módulo femenino. Y ojo, porque uno de los solicitantes está en prisión por violencia de género.
El medio detalla que los reclusos apelan en su escrito al artículo 43.1 de la ley trans, que dice que toda persona de nacionalidad española mayor de 16 años "podrá solicitar por sí misma ante el Registro Civil la rectificación de la mención registral relativa al sexo". Una vez iniciado el trámite, el Registro Civil se comunicará con ellos en tres meses máximo para corroborar que siguen deseando el cambio, y una vez ocurra, se modificará registralmente el sexo de los presos, lo que les permitirá que soliciten su cambio de módulo.
Según datos de Instituciones Penitenciarias a los que ha tenido acceso Efe, las cárceles dependientes de la administración central, es decir, todas salvo las de País Vasco y Cataluña, cuentan entre sus muros con 79 personas transgénero, de las que 22 son mujeres trans que ya están internas o en cárceles exclusivas de mujes o en módulos femeninos dentro de prisiones mixtas. Otros seis hombres trans están en instalaciones masculinas y hay otros 51 internos de los que no se sabe la ubicación.
Y esto nos recuerda al síndrome Karen/Stephen, o sea, lo del violador Stephen que se sentía mujer, le internaron en una prisión de señoras y abusó sexualmente de cuatro. O al caso ocurrido en Escocia: Adam viola a dos mujeres, transiciona a mujer -Isla-... cumplió parte de su condena en una carcel femenina, aunque posteriormente fue trasladadado a una masculina, tras la polémica que suscitó su caso. Y más cerca, en España, Jonatan de Jesús R.S. juzgado y declarado culpable de asesinato, allanamiento de morada y agresión sexual contra su prima, Vanessa Santana, a quien mató a golpes con un martillo mientras dormía en su domicilio. Durante el juicio, Jonatan de Jesús se declaró mujer de forma sorpresiva, pidiendo ser llamado Lorena durante las vistas, además, exigió ser llevado a una cárcel de mujeres.
De lo que no cabe duda es de que estamos ante otro 'éxito' de doña Irene Montero y sus leyes progres.