Parece que, al igual que ocurre, por ejemplo en la zona de la Casa de Campo de Madrid, donde los menas protagonizan robos y agresiones varias, en Vizcaya, los vecinos de Sopuerta (Vizcaya) temen que su pueblo albergue en los próximos meses un centro de menas (menores extranjero no acompañados). Los vecinos han organizado marchas y concentraciones para oponerse a la apertura de este centro de menores. Aseguran que la localidad no está preparada para recibir a estos jóvenes. Y hasta hay un vecino que se ha ofrecido a poner un millón de euros de su bolsillo para que no se haga el centro. De momento no hay respuesta por parte de la dueña del edificio. Este vecino 'solidario' cuenta que a él lo que le interesa "es quitar un problema del pueblo".

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Mantienen que no se quieren oponer a la apertura por un tema de racismo "pero es que nadie les ha dicho nada". Según diputación en este centro se pueden instalar más de 100 menores.

Y esto nos recuerda a otro vecino, esta vez de un barrio madrileño, que se afanaba en explicar que el suyo era un barrio multicultural y para nada racista, pero que los menas que vivían en el centro ubicado en la zona, tenían que ser trasladados a otro lugar porque allí no se aguantaba más. 

Con el tema de los Menores Extranjeros No Acompañados pasa como con la Okupación. Entre quienes más fehacientemente defienden a unos y a otra los hay, dan marcha atrás en cuanto se ven afectados en primera persona. Pero eso, señores, no es nada progresista. 

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