Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Pakistán, donde un joven cristiano de 22 años, de nombre Waqas Masih, fue brutalmente agredido por no querer convertirse al islam, cuenta ACN.
La agresión provino de su jefe, Zohaib, en la fábrica Subhan Paper Mills, ubicada en Sheikhupura (Punjab) y le provocó graves heridas en el cuello.
En este momento, agentes de policía pakistaníes investigan el suceso y ya ha sido arrestado Zohaib.
El padreLazar Aslam declaró a ACN: «El ataque contra Waqas Masih es un duro recordatorio de los desafíos a los que se enfrentan las minorías religiosas en Pakistán y de la urgente necesidad de un cambio social para fomentar la tolerancia y proteger los derechos de todos los ciudadanos».
Y añadió: «Instamos a las instituciones estatales y a las personas responsables a que tomen medidas concretas para prevenir este tipo de incidentes y garantizar la protección de los derechos de las minorías».

(Una iglesia quemada en Camerún)
Nuestro siguiente destino es Camerún, donde el grupo yihadista Boko Haram se dedica a atacar las zonas con presencia de cristianos con el objetivo último de echarlos de allí, relata Puertas Abiertas.
Algunos de ellos, efectivamente, se han visto obligados a huir. Pero otros no pueden porque carecen de recursos suficientes por dedicarse a labores agrícolas humildes.
Por esa razón, socios locales de Puertas Abiertas se dedican a ayudarles formándoles para realizar otras actividades y poder ser autónomos económicamente.
Un pastor local declaró a Puertas Abiertas: “Implementamos seis proyectos y todos están funcionando”. “Hay cristianos que almacenan mijo y sorgo; otros trabajan en plantaciones externas y reciben pago por ello; y otros fabrican jabón y maní salado, y les va bien. Hemos notado muchas mejoras, tanto espirituales como sociales”. “Queremos agradecer a los queridos hermanos en Cristo que nos apoyaron. No podemos negar el hecho de que este programa ha traído muchos cambios positivos a nuestras comunidades”, concluyó.

(Una cárcel de Irán)
En Irán (uno de los diez países más peligrosos del mundo para seguir a Cristo), un cristiano converso encarcelado por el régimen islamista ha recibido una paliza de sus carceleros por pedir asistencia médica para una enfermedad cardíaca que padece, recoge Puertas Abiertas de Article 18.
Su nombre es Amir-Ali Minaei (31 años) y está prisinero en la cárcel de Evin, en Teherán, desde abril del año pasado, donde cumple una pena de tres años y siete meses por «actividades de propaganda contra el régimen mediante el establecimiento de una iglesia en casa».
Tras recibir la paliza por parte del carcelero, su estado de salud ha empeorado y todavía no se la ha concedido la asistencia médica.
Mansour Borji, de la organización colaboradora de Puertas Abiertas, Article 18, ha señalado: “Estamos indignados por la denegación de tratamiento médico a Amir-Ali y especialmente por su reciente paliza”. (…) “Pedimos su liberación inmediata e incondicional y que las autoridades iraníes dejen de atacar a las iglesias en casa. Por el contrario, deberían reconocerlas por lo que son: los únicos lugares de culto disponibles para los cristianos iraníes que desean orar juntos en su lengua materna, ya que las iglesias de las minorías armenia y asiria de Irán están prohibidas para los hablantes de la lengua persa”.
Urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Jesús.