Todo comenzó en 2015 cuando la ex mujer de Javier Avellaneda secuestró al hijo de ambos.Según relató en su día a Libertad Digital el propio Avellaneda, las amenazas comenzaron tras lograr la custodia compartida: "Laura siempre había querido la custodia para ella sola, pero porque lo que perseguía era que yo le pagase una pensión y, al ser compartida, no recibía nada, así que, tras intentar recurrirla sin éxito, empezó a amenazarme con que aquellas navidades no me devolvería a mi hijo". El 31 de diciembre de aquel año, su expareja cumplió sus amenazas e inició dicho secuestro.

El pasado 27 de noviembre de 2022,  la madre ingresó en la cárcel de Villanubla (Valladolid), condenada a cuatro años de prisión por el Tribunal Supremo. Pero nueve años después Avellaneda sigue sin estar con su hijo, que actualmente tiene 16 años. Para intentar conseguirlo el padre se cambió de sexo registral. Francisco es ahora Francisca, aunque prefiere que le sigan llamando simplemente Javier.

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Tal como explicó a The Objective, comenzó a autopercibirse como mujer allá por 2018. «Me separé en 2012 y mi exmujer secuestró a mi hijo en 2015. Viendo que las mujeres teníamos una supremacía y una serie de ventajas y prebendas sobre el hombre, comencé a autopercibirme mujer. Somos intocables. Mi exmujer ha retenido ocho años ilegalmente a mi hijo, y ahora lo tiene su pareja. Me sentí mujer cuando viví esa impunidad. Ahora que soy Paca espero poder recuperarlo», relata.

Una sentencia firme del 16 de noviembre de 2022 obligaba a la madre a entregar «de forma inmediata la custodia del menor al padre, con apercibimiento de que, caso de no cumplirlo, podría incurrir en delito de desobediencia».

Pero, nueve años después, su hijo no le ha sido entregado porque días antes de que el auto adquiriese firmeza, un juzgado de Palencia accedió a concederle la custodia de manera cautelar a la abuela, apelando al «evidente distanciamiento afectivo» que había entre padre y madre. Sin embargo, Avellaneda recurrió esta decisión. «El único que tiene la patria potestad soy yo, y los jueces están prevaricando, veremos si ahora que soy mujer trans y que pertenezco al colectivo LGTBIQ+ siguen con esa actitud, porque estarían incurriendo en un delito de discriminación y de odio». 

Por otra parte, en un informe de Servicios Sociales de 2016, tras entrevistar al niño, la perito se inclinaba ya no por la custodia compartida, sino porque Javier ostentase la custodia en exclusiva. "Lo más beneficioso desde el punto de vista psicológico en el momento actual y con las actuales circunstancias es que el menor permanezca bajo el cuidado cotidiano de su progenitor", rezaba el informe forense. La trabajadora social que lo firmaba llegaba a tal conclusión tras constatar el "alto nivel de crítica" hacia el padre, así como el absentismo escolar al que la madre condenaba al menor y por el que, incluso, fue condenada por un delito de abandono de familia.

Mientras, la pareja de Javier, Nuria, hace además un llamamiento a todas las madres. "No nos estamos dando cuenta de que estamos destrozando a unos críos que pueden llegar a pensar que sus padres no los quieren. Toda aquella que sea madre tiene que darse cuenta de que esto hay que pararlo, porque hay secuelas que les pueden quedar de por vida".