
Francisco ha nombrado venerable al arquitecto Antonio Gaudí. Se inicia así el proceso de beatificación del autor de la Sagrada Familia, obra cumbre del modernismo en particular y del arte moderno en general.
Sí, el artista de la modernidad no es el comunista Picasso (1881-1973) sino el católico Gaudí (1852-1926).
Es curioso como, hasta en el propio museo de la población natal de Reus, hoy muy islamizada, se nos presenta a Gaudí sin casi ninguna mención a lo más importante de su existencia que, según él mismo repetía, era su fe cristiana.
Así, fueron sus convicciones religiosas las que le llevaron a tratar con respeto y afecto a sus trabajadores (entonces sí, proletarios) y a preocuparse de la cuestión social. Sin embargo, muchas biografías, empezando por la de museo de su ciudad natal, han ignorado sus principios cristianos y presentado a Gaudí como poco menos que un socialista, únicamente preocupado por la cuestión social.
Así, así, el uso de la línea curva en Gaudí marcó a todos los movimientos artísticos contemporáneos que lo siguieron. el catalán es, en verdad, el padre de la modernidad por la vía de la línea curva que ofrece un nuevo concepto del espacio. Por cierto, un concepto más acorde con la naturaleza.