Entrevista en la SER: Angels Barceló junto a Pedro Sánchez, que no enfrente. Sobre el Caso Begoña Gómez, que algunos prefieren calificar como el caso Sánchez-Gómez, el presidente del Gobierno exhibe su sonrisa más eléctrica y asegura que está tranquilo por que su esposa no tiene nada que ocultar. Si él lo dice...   

Relacionado

Sánchez habla horas antes de que el juez Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, no ceda al chantaje y decide mantener el delito de malversación para Carlos Puigdemont y la orden de detención, que, ojo, no le impide volver a España -podría volver y ser detenido, como lo fueron varios de sus compañeros- pero que vuelve a resaltar lo que más quiere ocultar el bueno de 'Puchimón': su cobardía, antes que nada, es un prófugo. 

No, el tema estrella de la entrevista de la mañana del lunes en la cadena amiga, es la censura de prensa que prepara Pedro Sánchez. A grandes barbaridades mayores mentiras. Sánchez quiere retomar la censura para que no hay ningún medio que se atreva a criticarles y que aquellos que les critican sean los suficientemente grandes como para ser esclavos de lo políticamente correcto. Ejemplo: en TV hoy en día el medio más poderoso, el Sanchismo siempre exhibe como coartada a Vicente Vallés pero oculta pudorosamente que es la excepción a la regla y que, en cualquier caso, tampoco es una crítica feroz la que recibe de Atresmedia, cuya principal avanzadilla informativa es la Sexta, efectivamente algo crítica con Moncloa: Sánchez les parece demasiado blando, un poco azul.

 

 

 

No, lo que Sánchez va a lanzar, y ya anuncia en la radio amiga que lo perpetrara el día 17 en el Congreso de los Diputados es nada menos que la vuelta de España a la censura. Quiere asfixiar económicamente a la prensa independiente de Internet, que es la políticamente incorrecta, que él pone en berlina un día sí y otro también, aquella que no está dispuesta a tragar con sus tópicos, ni con sus premisas falsas ni con sus conclusiones interesadas. Le obsesionan los medios más pequeñas porque son menos presionables... y porque su soberbia infinita no puede tolerarlos, aunque sean pequeños.                                                                                  

El presidente prepara su ataque a la prensa independiente y ha fechado para el día 17 su presentación en el Congreso: el PP guarda silencio... y los señores de la prensa y las asociaciones de periodismo, también

Lo de Sánchez para imponer sus censuras son las excusas del hombre del lápiz rojo. Vamos con alguna de esa mentiras. 

El presidente asegura que algunos diarios viven de los recursos públicos, supongo que se refiere a la Comunidad de Madrid dada la obsesión que siente contra Isabel Díaz Ayuso. ¿Periódicos que sólo tienen recursos públicos? Dígame uno, señor presidente, sólo uno.

Se coge antes a un mentiroso que a un cojo: "Hay medios que no tienen lectores". Y si no tienen lectores, ¿por qué quiere censurarlos? Déjeles que cuenten bulos. 

Lo cierto es que el presidente prepara su ataque a la prensa independiente y, como decimos, ha fechado para el día 17 su presentación en el Congreso. Pero lo grave no es eso. Lo grave es que nada más terminar la entrevista de hoy en la Cadena SER, Núñez Feijóo debería haber saltado como un resorte, pero el PP guarda silencio... y los señores de la prensa y las asociaciones de periodismo, también. Sin embargo, continúa el silencio, tendente a ominoso.

Sánchez propone un máximo de financiación pública... ¡pero si no tenía que haber ninguna!

Más aberraciones contra la prensa libre: 

Sánchez propone un máximo de financiación pública a la prensa... pero, hombre, ¡si no tenía que haber ninguna!

El enemigo de Sánchez no son los señores de la prensa sino Internet y lo cierto es que lo que lo que propone Moncloa es asfixiar económicamente a los medios independientes, por lo general pequeños... a los que discrepan del poder, vaya

Hispanidad, decano de la prensa digital española, camina hacia sus 29 años de vida y a lo mejor ha habido alguno, alguna vez, pero sinceramente no recuerdo ni un solo anunciante de titularidad pública, ni un sólo anuncio publicitario del Gobierno, de una comunidad autónoma o de un ayuntamiento, mismamente. 

Sobre todo, recuerden que el enemigo de Sánchez no son los grandes 'Señores de la prensa' sino Internet y lo cierto es que lo que lo que propone Moncloa es asfixiar económicamente a los medios independientes, por lo general pequeños... a los que discrepan del poder, vaya. No le preocupan los grandes, le preocupan y enervan los pequeños. Y Sánchez no quiere aparecer como su censor, no, sólo pretende asfixiarles económicamente. 

Los señores de la prensa se lo agradecerán: menos competencia.