Se trata de Tomás Sergio Zamora Calderón y de William Mora, dos curas que volvían a sus respectivas parroquias tras la JMJ de Lisboa, pero que la dictadura de Daniel Ortega prohibió entrar en Nicaragua el pasado 11 de agosto. Así lo denunció, en el caso de Tomás Sergio, la abogada Martha Patricia Molina, en su cuenta de X (antes Twitter), y recogió Aciprensa.

Resulta que Zamora Calderón ya sufrió el azote de la dictadura sandinista cuando fue obligado a cerrar la delegación de Cáritas en la región nicaragüense de León. Semanas antes, el párroco “había recibido una ‘visita de cortesía’ de parte de una autoridad de la CSJ (Corte Suprema de Justicia)”, afirmó Molina. “Obviamente, esas visitas siempre son intimidatorias”, señaló.

 

 

El otro sacerdote vetado, William Mora, es el párroco de la parroquia Cristo Rey, en la diócesis de Siuna. “Tenía una vida pastoral activa en su comunidad que ahora se pregunta qué será de ellos sin su pastor”, afirmó Molina. Mora es, además, responsable de la Pastoral Juvenil.

No es la primera vez que Ortega niega la entrada a sacerdotes. Ya lo hizo, por ejemplo, a principios de julio, cuando no dejó ingresar a Juan Carlos Sánchez, vicario de la parroquia de San Francisco de Asís, en Managua, cuando regresó de un viaje religioso por Bolivia y EEUU.