Contábamos en Hispanidad que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, un verdadero obseso contra la Fiesta Nacional y todo lo que huela a tradiciones españolas, ha suprimido el Premio Nacional de Tauromaquia. Ante este ataque a la 'Fiesta Nacional', el PP reaccionó, el portavoz, Miguel Tellado, informó que habían registrado en la Cámara Baja una Proposición no de Ley relativa a mantener el Premio Nacional de Tauromaquia, y una segunda para la creación de un registro nacional de espacios y festejos taurinos en España y a su impulso como atractivo turístico internacional.

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El vicesecretario de Cultura y portavoz del PP, Borja Sémper, prometió que, cuando gobiernen, volverán a instaurar el Premio Nacional de Tauromaquia: “Suprimirlo demuestra que el Gobierno no apuesta por la libertad ni la pluralidad cultural”.

Pero los de Feijóo no se han quedado ahí, y esta pasada semana han organizado en el Congreso de los Diputados la Jornada sobre “El valor cultural de la Tauromaquia en el mundo”. Y es que como quedó claro durante todas las intervenciones, "los ataques a la tauromaquia son un 'copy paste', son los mismos" a lo largo y ancho del mundo. 

Entre los invitados, Santiago Aguilar, presidente de Unión Nacional de Espectáculos Tradicionales de Ecuador; su homólogo en Perú, Pablo Gómez de Barbieri; el experto portugués Helder Mileiro y el francés Fancois Zumbiehl (Observatoire Nationel des Cultures Taurines), el mexicano Carlos Camacho, y el empresario taurino Felipe Negret y el presidente de la Fundación Toro de Lidia (FTL), el ganadero Victorino Martín.

"Los toros en España son una parte consustancial a nuestra identidad, adherida a nuestro espíritu (...). No se puede entender la realidad de España sin los toros, y es precisamente por esto por lo que son atacados", aseguraba Martín, que señala que "tras la excusa de una ideología animalista lo que subyace es un intento de debilitar los lazos que nos unen a los españoles a través de una cultura compartida".

"Nos quieren quitar espacios de convivencia, de cultura común y de celebración compartida. Vivimos tiempos de desasosiego, de polarización, de enfrentamientos en los que parece que las formas diferentes de entender el mundo abren abismos que imposibilitan la unión entre las personas. En este clima de división es donde los espacios que aporta la cultura son más necesarios que nunca, y ninguno para eso como una plaza de toros en un día de corrida".

En el evento se reunieron ocho asociaciones taurinas de todo el mundo: España, Portugal, Francia, México, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador: "La fiesta de los toros es el gran regalo que España hizo al mundo", dijo el moderador del encuentro y periodista de ABC Chapu Apaolaza, algo que confirmaron el resto de asistentes, el toreo es una muestra más de mestizaje, no enseñas tu 'Fiesta Nacional' a una sociedad con la que quieres acabar, "no se había inventado el fútbol y ya existían los toros".

"Los toros son la salvaguarda de la libertad. Asistimos a un intento de control y censura por parte del poder levantando la bandera de la prohibición de la tauromaquia". Los toros suponen “la última frontera de nuestra civilización” y quien busque abolirlos lo que realmente quiere es “destruir al ser humano”, sentenciaba Apaolazal.

Todos los representantes de todos los países presentes compartían un mismo sentir: la denuncia de la persecución de la tauromaquia . Y en todos ellos otro punto en común: la utilización de los niños. A excepción de Perú, donde la ley de protección animal del país contiene una excepción para la “tauromaquia y la gallística", el resto de países denuncian cómo, mientras se prohíben directamente las corridas de toros, se intenta acabar con futuros aficionados y con la tradición, estableciendo normas que prohíben la entrada de niños a las corridas. Idea que también se ha utilizado en España, donde un menor puede abortar, cambiar de sexo, "enamorarse de quien quiera" y donde se estudia si una ley regional les sobreprotege. Pero se ve, que los niños son maduros para todo esto, pero no para ver una corrida de toros. 

Asimismo los ponentes pusieron el foco en que, detrás de todas estas políticas, tambien se esconden otro objetivo: la humanización del animal y la animalización del hombre, así como acabar con la libertad. 

Apaolaza terminaba el encuentro anunciando que los asistentes a la mesa de debate iban a firmar un convenio de colaboración internacional para la defensa y difusión de la tauromaquia.