Este marzo se cumplían cinco años desde que Italia decretó el primer confinamiento por un virus llegado de China, una variante del Coronavirus, del que nada sabíamos y del que seguimos sin saber nada hoy en día. La lucha contra el Covid fue un desastre, uno más, del Sanchismo que Sánchez, otra vez, vendió como un éxito, salvo en Madrid, donde todo es responsabilidad de Ayuso y todo fue un desastre. 

España encabezó las muertes por Covid en Europa y obtuvo medalla en el mundo, a pesar de haber sido encerrados con uno de los confinamientos más duros y a la persecución para que todos nos pusiéramos la vacuna, nada de esto funcionó pero las consecuencias se arrastran hasta hoy. 

Uno de esos afectados es Pedro García, profesor de Física y Química y vecino de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona): fue ingresado en la UCI hace cuatro años poco después de haberse vacunado con AstraZeneca, a consecuencia del pinchazo sufrió dos trombos: uno en el pulmón y otro en el hígado, este último de carácter irreversible.

Pasó una semana en cuidados intensivos y tres semanas en el Hospital del Mar de Barcelona, donde su caso fue diagnosticado como "posible efecto adverso de la vacuna". Es más, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) también reconoció la relación entre la vacuna y las complicaciones del docente. Algo que parece bastante claro después de que la propia farmacéutica reconociera retirara la vacuna en mayo del pasado año. 

La clave del juicio de García está en el tipo de baja que se le concedió y la cuantía que recibió durante su recuperación. El afectado asegura que se le inmunizó dentro del Plan Estratégico de Vacunación, diseñado para priorizar la protección de determinados sectores esenciales, asignó la vacuna de AstraZeneca a colectivos como docentes, fuerzas de seguridad y bomberos, sin posibilidad de elegir otra alternativa, por lo que no pudo optar por no ser vacunado ni qué vacuna se le inocularía. 

Por tanto, su abogado argumenta que su situación debería ser reconocida como accidente laboral y no como una incapacidad temporal por enfermedad común que es lo que se le reconoció a García. El reconocimiento de esta condición habría supuesto una diferencia significativa en la prestación recibida por el docente.

Pese a que es más que probado los efectos de la vacuna, el ministerio de Mónica García ya rechazó asumir responsabilidades por los casos de efectos adversos registrados, asegurando que los españoles se vacunaron libremente con consentimiento informado y que, por lo tanto, deben asumir los efectos adversos de las inoculaciones. Aunque la justicia ya ha condenó al Servicio Extremeño de Salud a indemnizar con 40.000 euros a una mujer que sufrió una trombosis por la vacuna Covid de Janssen.

Porque sí, hubo mandato obligatorio de vacunas, al estilo sanchista: 'Yo no te obligo', estamos en democracia, peeeeero si no te vacunas, no puedes entrar en los bares, despídete de pisar Comunidades como Galicia o Andalucía y serás señalado como negacionista, conspiranoico y asesino. Bueno, para que los verificadores no tengan fácil desmentir, sí podías hacer todas estas cosas, previa prueba PCR en un laboratorio al módico precio de 100 euros y con una validez de unas 48 horas. 

Todos los no vacunados o que plantearan dudas sobre las vacunas, dudas que ahora los propios laboratorios creadores de esas vacunas reconocen, eran llamados negacionistas. Una vez más: los negacionistas nunca existiron, nadie dudaba de la existencia del virus, lo que había era personas que se hacían preguntas acerca del origen del Covid y de la eficacia de las vacunas y que se negaban a las medidas impuestas, entre ellas, la vacunación obligatoria.

Y ojo, ha sido AstraZeneca con las vacunas ADN la primera en reconocer los efectos secundarios, pero seguimos sin saber nada de las vacunas ARN mensajero, de las que Pfizer fue la que más vendió. Aunque ya saben, la Comisión Europea confirmó 12.000 muertes "espontáneas" tras la vacunación Covid, aunque "no significa que hayan sido causadas" por la misma. 

En el mismo sentido, en febrero del pasado año, la Asociación Liberum pidió acceso a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, para conocer "cuántos reportes -acontecimientos adversos notificados- ES-AEMPS constan en las bases de datos de la AEMPS de cada uno de los lotes" administrados de la vacuna frente a la Covid-19 de Pfizer (Comirnaty) a fecha de 15 de febrero de 2023.

El resultado son 14 lotes analizados, en los que se notificaron 11.700 casos, de los cuales 2.329 se consideraron graves y en 199 de estos se notificó desenlace mortal... todo casual, ¿comprenden?