La situación es esta: PRISA está quebrada pero inaugura tele nueva, probablemente porque el Gobierno le va a regalar una con la ampliación del espectro radioeléctrico. Otros han pagado mucho dinero por emitir comprando la señal al concesionario. La nueva tele de El País sólo tendrá un objetivo: afianzar la figura política de un tal Pedro Sánchez.

No me extraña que Joseph Oughourlian, presidente de PRISA, tiemble ante la posibilidad de, con las arcas vacías, tener que invertir una millonada en el lanzamiento del canal. Pero José Miguel Contreras lo tiene claro: en La Ser y en El País no me hacen, pero aquí mando yo, que de televisión si te entiendo. Además, aprovecharé para colocar los productos de mi maravillosa compañía, Lacoproductora, en el nuevo canal. Si quieres bien producir a un canal de emisión debes acudir.

Ahora bien, considerando que PRISA está obligado a reflotar tanto El País como la Cadena SER, sorprende esta nueva iniciativa, más política que mercantil y en un momento de máxima debilidad de Sanchez. 

Como sorprende, igualmente, que algo tan inamovible como el espectro radioeléctrico, se manipule a favor del amigo, del propio regulador del dicho espectro, es decir, de La Moncloa. Esto es España. No me extraña que a Oughourlian le hayan entrado sudores.