Todavía hay quien asegura que el islam no está invadiendo Europa, aprovechando la tolerancia europea, que ellos no tienen, y las subvenciones europeas, que son lo que primero buscan en estos repugnantes páises de confesión cristiana. Y naturalmente sin respetar el credo y las costumbres del país que les acoge y al que no se muestran precisamente agradecidos... y con un especial desprecio a la mujer occidental que para ellos son poco menos que casquivanas. 

Así que, al menos, queridos compatriotas españoles, no sacralicemos al invasor musulmán, no caigamos en el síndromedeEstocolmo, como esos pobres familiares de los rehenes israelíes en manos de Hamas, que braman contra Netanyahu porque le hacen responsable de la tortura que sufren. Como si hubiera sido Netanyahu, y no Hamas, quienes les secuestró. 

Por ejemplo, no caigamos los españoles en la idiocia de asegurar que el machismo es cosa de cristianos, mientras que el islam respeta mucho a la mujer. Estupideces no, por favor. El islam considera a la mujer poco más que un objeto de placer al servicio del varón. El islam no respeta a la mujer, el cristianismo sí. 

Recuerden a la ultrafeminista Ione Belarra, hoy número uno de Podemos, cuando aquel miserable musulmán asesinó, en una iglesia de Algeciras a un sacristán y doña Ione, entonces ministra, corrió a declarar que mucho ojo con que surgiera la islamofobia, que hablaba de una población ya muy "estigmatizada". Y así, los estigmatizados han disparado las cifras de agresiones sexuales contra mujeres españolas.  

Decía Chesterton que hay realidades inmutables que no necesitan de ninguna ley que las proteja ni de ninguna norma que las regule. Como ejemplo, citaba la dignidad corporal de la mujer o la fortaleza corporal del hombre: "Estas cosas nunca fueron impuestas pero son las más antiguas y libres del mundo". 

Ese es el problema: que el islam no respeta la dignidad corporal de la mujer ni tampoco respeta al cristiano, porque el cristiano es, no sólo un diferente, es un infiel y mi credo me obliga a atacarle... no vaya a convencerme. 

En cualquier caso, una de las cosas más absurdas que se están dando hoy en Europa es la alianza entre feminismo e islam. Si la mujer no es libre en el hogar mucho menos lo es en el harén. Sin embargo, las feministas se empeñan en enaltecer el islam y en destruir el cristianismo. 

No lo duden, el problema no son los islámicos, el problema es el Islam, aunque los europeos pretendamos no enterarnos.