En Europa se libra una batalla por la defensa de la vida y la familia que ha tenido recientemente algunos hitos.

Por ejemplo, la defensa de la vida que hizo la actual primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, al oponerse a la intención de los otros seis países del G-7 a firmar una declaración abortista conjunta en la que se hablaba de la "importancia de preservar y asegurar el acceso al aborto seguro y legal y los cuidados post-aborto". 

Entre esos seis presidentes o primeros ministros abortistas -Biden, Trudeau, Macron, Scholz, Sunak y Kishida-- se encontraba el presidente francés Emmanuel Macron, quien impuso el aborto como un derecho en la Constitución francesa, aboga por incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y quiere aprobar la eutanasia en Francia.  

Otra noticia negativa contra la vida fue que la Eurocámara aprobó incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. 

Volviendo a la primera ministra italiana Giorgia Meloni, cabe recordar que va a implantar medidas contra el aborto. Por ejemplo, que a a partir de ahora, la mujer que quiera abortar tendrá que escuchar el latido de su hijo primero, además permitirá y financiará el acceso a los consultorios familiares a organizaciones provida. Así, grupos provida podrán también ofrecer otras opciones y contar los riesgos del aborto a las mujeres que se lo estén planteando.

Relacionado

Además, Meloni anunció una serie de medidas para incentivar la natalidad en Italia. "No podemos gravar de la misma manera a los solteros que a los que tienen una familia con hijos".  Estaría planteándose eliminar impuestos a quienes tengan al menos dos hijos, entre otras medidas que se espera que se concreten en los próximos días.

Relacionado

En ese contexto, este sábado 22 de junio se celebró en Roma una Manifestación Nacional por la Vida, bajo el lema «Elijamos la vida», en defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Massimo Gandolfini, uno de los portavoces de la protesta anual contra el aborto, declaró a principios de año que la organización pide a los líderes políticos italianos que creen «reformas públicas estructurales para fomentar el matrimonio de las parejas jóvenes, incentivar la natalidad y apoyar la crianza de los hijos por parte de madres y padres, remodelando la fiscalidad y los servicios sociales para que sean favorables a la familia». 

Es decir, que los provida italianos unen natalidad y familia, pidiendo salario maternal y una fiscalidad adecuada para las familias.