Como hemos comentado en Hispanidad, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está extremadamente preocupado por los pseudomedios. Ya anunció su plan de "regeneración democrática" porque hay que frenar los "bulos" de los medios de comunicación, a los que Sánchez denomina como "tabloides". Para ello el Congreso de los Diputados celebra un debate sobre cómo mejorar la calidad democrática y combatir la desinformación, los bulos y las noticias falsas. Tengan presente que si algo caracteriza a este Gobierno, además de por conseguir cosas históricas, es por ser la Ejecutiva del diálogo social, de ahí el desfile de personas por la Cámara Baja, no vayan a pensar que las decisiones que vaya a tomar Sánchez sobre los medios no son consensuadas y debatidas. 

En este punto, acude a la sede de la soberanía el director de elDiario.es, Ignacio Escolar, siempre imparcial, y compra las tesis de Sánchez, advierte que el derecho de la ciudadanía a recibir información veraz está en riesgo tanto en España como en el mundo. Derecho, ojo, que está reconocido en la Constitución, pero Escolar sabe cómo hemos llegado a esta situación: Internet

Internet tiene la culpa del crecimiento de  “las mentiras, los bulos y las teorías de la conspiración”. “Sin lugar a dudas, la llegada de Internet ha supuesto más buenas noticias", suponemos que se refiere a su medio, que es digital, pero entre las malas está "el aumento de la desinformación". 

“Más del 80% del tráfico de muchos medios digitales depende de las plataformas, donde muchas veces prima la espectacularidad, las medias verdades y el sensacionalismo sobre el derecho a la información. Las plataformas no se ocupan del derecho constitucional”. Por lo que Escolar apuesta por la regulación que ayude a determinar qué es un medio de comunicación y qué no lo es, hasta hace unos años la identificación era clara según Don Ignacio, pero ahora esa clasificación “ha saltado por los aires”. 

“La categoría ”prensa“ se ha roto. Por la aparición de nuevos medios digitales con más audiencia y relevancia que algunos periódicos impresos y también por la llegada de cientos de pseudo medios: páginas webs que simulan ser un periódico cuando realmente no lo son”, su medio digital no estarían entre esos periódicos que no lo son, no confundan.

Escolar apuesta por la censura, por ejemplo en las acreditaciones, saber qué es un medio y qué no ayudaría, claro está: “Al no existir una frontera clara entre los medios y los que no lo son, no pueden vetar la presencia en las ruedas de prensa de personas que están directamente vinculadas a la política”. Entre los medios oficiales estaría la tele pública, que como todo el mundo sabe no manipula y crea bulos. 

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En otros países, como Francia, sí hay un censo de medios: un listado público y oficial de periódicos, pacífico, que nadie discute. Por tanto, Google y las plataformas lo tienen mucho más sencillo. En España no, y esto supone que Google acaba amplificando páginas web con noticias falsas porque dejarlas fuera podría ser una discriminación”.

Todo este discurrir de ideas le lleva al problema de la publicidad institucional: “Existen Presupuestos para prensa, radio, televisión e Internet. Pero la categoría prensa (es decir, papel) está hoy obsoleta, mientras que la de Internet es un cajón de sastre, donde caben desde redes sociales, como Tik Tok, medios y pseudomedios”. Recuerden que Escolar estaba muy preocupado por el avance de la ultraderecha y cómo afectaría esto a sus cuentas.

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Y si en este punto se preguntan cómo se va a distinguir qué es un medio y qué no, Escolar viene con ideas: “Parece una perogrullada pero hay una infinidad de medios sin un solo periodista. Un medio de comunicación tiene que tener un mínimo equipo de redacción”, algo que a Escolar no le preocupaba hace un tiempo, porque él mismo no es periodista. 

Y más, Escolar toma el argumento de Sánchez: empresarios, cuidadito dónde os anunciáis: “No solo en lo que refiere a la publicidad institucional. Que cuente a la sociedad cómo se financia y cuáles son sus ingresos y gastos”.

“Tendremos que ser más transparentes: detallar el nombre de nuestros accionistas. También tendremos que desvelar anualmente los ingresos que recibimos de las administraciones públicas, a través de la publicidad institucional".

Y llega el punto que todos esperamos, Escolar resucita a Franco, que siempre viene bien en estas situaciones: “Lo que no tiene un pase es la situación española. La ley de prensa aún en vigor es de 1966. Está firmada por Francisco Franco, ese gran demócrata. Es una norma que no solo avergüenza a España como país democrático sino que se ha quedado enormemente obsoleta: no es que sea previa a la llegada de Internet. Es que es previa a la llegada a España de la televisión a color”. 

Tras esta defensa de lo que Escolar entiende como periodismo y medios, llega turno de pregunta de Manuel Mariscal, diputado de Vox, en el que le cuestiona qué ha podido pasar en eldiario.es para no publicar el asesinato de un hombre a manos de tres ciudadanos de origen marroquí: "Cuando el agresor procede de otro país, no aparece o no se le da la importancia que se merece".  

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Escolar, baluarte de la buena prensa, sin ningún tipo de vergüenza, asegura que la noticia se publicó, pero en otro medio asociado, porque tienen la decisión editorial de "No convertir la anécdota en dato", porque no quiere participar del 'bulo' de que España está sometida a un problema que no hay o que "tenemos un problema de inmigrantes generalizado asaltando el país".