Con motivo del Día del Trabajador Social, Madrina se ha pronunciado sobre la muerte de la técnica social del centro de menores de Badajoz: "Este trágico suceso pone de manifiesto una realidad que no puede seguir ignorando: la falta de recursos y seguridad en los centros que acogen a menores con medidas judiciales, aquellos con antecedentes y comportamientos que requieren una atención especializada y medidas de seguridad reforzadas". Asimismo, la Fundación Madrina expresa su más sentido pésame a los familiares y amigos de la víctima. 

De hecho, en el caso de Badajoz, una semana después de lo ocurrido, uno de los tres menores detenidos por el asesinato de la cuidadora, el menor de 15 años, presuntamente, habría intentado agredir a una de las trabajadoras del centro Marcelo Nessi, un piso tutelado de la Urbanización Guadiana, en la capital extremeña. 

Madrina alerta de que los hechos que provocaron la muerte de la educadora social nunca deberían haber ocurrido si se hubiera cumplido la legislación y normativa vigente en materia de seguridad en centros de menores. Existen centros de protección que no requieren medidas especiales, pero aquellos que acogen a menores con medidas judiciales, dictadas por un juez debido a sus antecedentes, necesitan recursos extraordinarios de seguridad. Esto incluye la presencia de técnicos de asistencia directa, profesionales especializados en la seguridad de menores con perfiles de alta conflictividad, especialmente varones con antecedentes violentos.

En este caso concreto, la administración responsable del centro era la Comunidad de Castilla-La Mancha, que, según la información disponible, no ejerció la supervisión necesaria, lo que derivó en el incumplimiento del protocolo de seguridad. Lamentamos profundamente que esta vida se haya perdido por la falta de diligencia y recursos.

Los menores representan el 9,8% de la delincuencia, subiendo en 3 años un alarmante 15,9%, especialmente en menores de 14 años que llega a crecer el doble de los delitos, un 31,9%

Y es que, la delincuencia de menores, según los datos del Ministerio del Interior y del INE, desde el año 2020, se ha incrementado un 37%, destacando regiones como el País Vasco, Cantabria, Baleares y Murcia, con un crecimiento del 101%, 71, 65 y 57%, respectivamente.

Del total de la delincuencia, los menores representan el 9,8%, subiendo en 3 años un alarmante 15,9%, especialmente en menores de 14 años que llega a crecer el doble de los delitos, un 31,9%. Del perfil de los delincuentes menores, el 79,6% son hombres y el 61,3% son españoles.

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Nos preguntamos -comparte Madrina- si los centros de menores con medidas judiciales en régimen abierto son realmente la mejor solución para estos jóvenes. La experiencia demuestra que, en muchos casos, este régimen no logra ni la reeducación del menor agresor ni su integración social.

Es fundamental explorar otras posibilidades de acogida familiar para estos menores, que permitan su reeducación, normalización académica y social, así como su integración en los estudios y el mundo laboral. Asimismo, es imprescindible contemplar recursos específicos para casos de extrema peligrosidad, especialmente aquellos relacionados con el consumo de sustancias y otras adicciones.

La Fundación Madrina hace un llamamiento urgente a las administraciones competentes para que se tomen medidas inmediatas que garanticen la seguridad en los centros de menores, especialmente aquellos que acogen a jóvenes con perfiles conflictivos. Es imprescindible invertir en recursos humanos y materiales, reforzar la supervisión y garantizar el cumplimiento de los protocolos de seguridad.