Lunes 14 de abril, nonagésimo cuarto aniversario de la proclamación de la II República española. No tenemos suerte con las repúblicas en este país: ni con la primera, ni con segunda, y respecto a la tercera, decirles que son los sanchistas y los podemitas quienes la pretenden.

Pero la II República la tenemos especialmente mitificada. Ahora resulta que fue el crisol de la democracia en España, tiene bemoles la copla.  

A ver: la muy democrática II República fue un periodo negro de nuestra historia, que produjo hartazgo hasta en los mismísimos republicanos honrados. No fue un régimen, fue una matanza, especialmente cristófoba, un estallido de odio a la fe como jamás se había visto en Occidente. 

La II República no fue más que el señuelo para introducir en España una tiranía comunista, y perpetró la mayor persecución religiosa de la historia

A ver, muchacho, el archivo: ¿Qué más me da que la II República fuera formalmente una democracia si me mataban por el mero hecho de ser católico? ¿Tan difícil es de comprender esto?

Además, fue un régimen montado sobre una continúa falsedad: los republicanos no habían ganado las elecciones de abril de 1931 y las de febrero de 1936, resultaron un fraude mayúsculo, en un clima de violencia extremo. Pero el comunismo nunca ha desaprovechado una oportunidad de hacerse con el poder, y la huida del rey Alfonso XIII se lo facilitó. 

Una vez constituida, la II República no fue más que el señuelo para introducir en España una tiranía comunista. Los soviets tenían toda su confianza puesta en España e, insisto, se trataba de un leninismo extraordinariamente anticlerical frente a un pueblo de fe profunda, que estaba dispuesto a dar su vida por Cristo. Resultado: la mayor persecución religiosa de la historia.

Y así llegamos a julio de 1936. Tras cinco años largos de desafueros, el alzamiento de Franco, por tanto, tuvo toda la fuerza moral, la de evitar una injusticia y el caos social, la ley del más fuerte y los asesinatos en cadena de los milicianos socialistas y comunistas. 

Y, en nombre de la concordia, no necesitaríamos decir todo esto... si ZP y Sánchez no hubieran resucitado el guerracivilismo que apagó la Transición y si Sánchez no hubiera recreado el Frente Popular, formado por socialistas, comunistas y separatistas, igualito al de 1936. 

Por tanto, el alzamiento de Franco, tuvo toda la fuerza moral, la de evitar una injusticia. Y, en nombre de la concordia, no necesitaríamos decir esto, si ZP y Sánchez no hubieran resucitado el guerracivilismo que apagó la Transición

Aún así, recuerden que los socialistas de la II República, entre los que había gánsters homicidas de la talla de Indalecio Prieto o Francisco Largo Caballero, no admitieron en el Gobierno a los comunistas -les conocían bien- hasta septiembre de 1936, ya iniciada la guerra civil. Sánchez no ha esperado tanto.

Así que menos entronizar un régimen homicida y menos demonizar al hombre que acabó con aquel caos sangriento. ¿La II República fue un regimen democrático y el franquismo autocrático? Sí, pero eso no agota la cuestión, ni mucho menos... porque aquella democracia resultó mucho más homicida que esta dictadura.