En Corea del Sur, se tramita en este momento una ley que aprobaría el 'matrimonio homosexual'. 

Contra la aprobación de esta ley -y contra una sentencia reciente de la Corte Suprema que concede ciertos derechos legales a parejas homosexuales- se manifestaron más de un millón de ciudadanos, la tarde del domingo 27 de octubre, en Seúl. 

La manifestación fue promovida por diversos grupos cristianos como el Consejo de Iglesias Presbiterianas y las Iglesias Cristianas Unidas de Corea, que condenaron esta legislación por considerarla «contraria a la ley natural y al orden en el que el mundo fue creado».

Kim Jeong-hee, portavoz del comité organizador, también afirmó: «Vemos esto no solo como un asunto cristiano, sino como una gran crisis que sacude los fundamentos de nuestro país».

Por su parte, Hyun-bo So, pastor principal de la Iglesia Segero en Busan, en una entrevista con Christian Daily International, señaló: «No odiamos a los homosexuales. No estamos tratando de decirles qué hacer o qué no hacer, pero si estas leyes sobre el ‘matrimonio’ homosexual se aprueban en Corea, la Iglesia cristiana no podrá defender lo que cree».

El matrimonio homosexual es una derivada de la ideología de género, una corriente que difunde que cada persona puede elegir su género con independencia de su biología y atendiendo únicamente al deseo de la voluntad, todo lo cual atenta contra la ley natural, pues todo el mundo sabe con la sola razón que se nace hombre o mujer y nadie nos pidió permiso para ello, como tampoco para nacer.

El matrimonio homosexual tampoco respeta la ley natural, pues todo el mundo también sabe con la sola razón que la perpetuación de la especie humana proviene de la complementariedad entre hombre y mujer, lo cual debe ser protegido por el Estado en beneficio del bien común. Además, una de las consecuencias del matrimonio homosexual es el peligro para la familia natural, pues se rompe el esquema natural: "matrimonio-amor-sexualidad (varón y mujer)-procreación".