Fundación Redmadre ha vuelto a reflejar que, tristemente, la mayoría de las Administraciones Públicas españolas siguen sin afrontar el salario maternal, pues sólo destinaron 2,75 millones de euros a las embarazadas. Así se recoge en el ‘Mapa de la Maternidad 2023’, un estudio que ya suma ocho ediciones y que analiza las ayudas a la maternidad por parte de comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos de capitales de provincia, prestando especial atención a las que reciben las madres con dificultades a causa del embarazo.

Esos 2,75 millones supone unos 6,50 euros de ayuda media por mujer para afrontar las dificultades que se pueden presentar por el embarazo. Una cifra muy ridícula y “calderilla”, como ha referido Amaya Azcona, directora general de la Fundación Redmadre, si se compara con las ingentes cantidades de gasto público que se suelen anunciar para otros temas.

La Comunidad de Madrid aprobó un plan de apoyo a la natalidad hace dos años que se traduce en una ayuda de unos 14.500 euros a las embarazadas y madres menores de 30 años: 500 euros mensuales desde el quinto mes de embarazo y hasta los 24 meses del hijo

En cuestión de ayudas a embarazadas sólo hay una notable excepción: la Comunidad de Madrid, que destino 60,49 millones, y elevó así la cifra total de ayudas en nuestro país a 63,24 millones, lo que supone una ayuda media de 149,42 euros por embarazada y superar por primera vez los 100 euros. En concreto, la región que preside la pepera Isabel Díaz Ayuso se aprobó un plan de apoyo a la natalidad hace dos años que se traduce en una ayuda de unos 14.500 euros a las embarazadas y madres menores de 30 años (independientemente de si trabajan o no, con al menos cinco años de empadronamiento y con límite de rentas): en concreto, 500 euros mensuales desde el quinto mes de embarazo y hasta los 24 meses del hijo. Además, la región ha invertido en hogares de acogida y subvenciones a organizaciones que ayudan a las embarazadas (como hace Redmadre).

En el Mapa de la Maternidad 2023, respecto al de 2022, se ha pasado de siete comunidades autónomas que ayudan a las embarazadas a once, destacando Madrid y La Rioja con las mayores cantidades. Sin embargo, Asturias, Cantabria, Navarra, Aragón, Baleares y Canarias no han puesto ni un euro, ni tampoco las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Además, hay siete diputaciones (destacando la de Vizcaya) y 10 ayuntamientos (destacando el de Madrid) que contribuyen a la maternidad. Eso sí, España se mantiene a la cola de la Unión Europea en el gasto sobre PIB dedicado a madres y niños: está en el puesto 19 de un total de 27, con un 1,6%, muy por debajo de la media comunitaria (2,5%) y lejísimos de los países del podio (Polonia, con un 3,8%; Luxemburgo y Alemania, ambas con un 3,7%).

“Una mujer no debería tener que elegir entre trabajar y ser madre”. “La maternidad es el acto más sostenible del mundo y pedimos un cambio y que las Administraciones Públicas la protejan”, señala María Torrego

Gracias a las elevadas ayudas de la Comunidad de Madrid, las ayudas a las embarazadas han superado las ayudas para abortar (34,1 millones) en 2023. Redmadre ha recordado que una de cada cuatro embarazadas aborta, pero que si son acompañadas ocho de cada diez sigue adelante con sus embarazos. Y esta fundación ya ha ayudado a 378.807 mujeres desde que surgió en 2007, aunque el perfil ha ido cambiando en los últimos 10 años y se ha pasado de que más de la mitad eran españolas a un 75% de inmigrantes que no tienen pareja ni familia ni empleo ni en algunos casos papeles, pero quieren seguir con sus embarazos.

María Torrego, presidenta de la Fundación Redmadre, ha destacado que “las mujeres españolas desearían tener dos hijos, pero sólo tiene uno” por diferentes motivos. Entre ellos, está la influencia de forma negativa en oportunidades laborales, la realización profesional y la situación económica. “En la brecha entre fecundidad deseada y lograda, España es uno de los países europeos con mayor brecha”, ha explicado, aludiendo a que “la crianza se ve como un obstáculo y una dificultad para la empleabilidad femenina, pero una mujer no debería tener que elegir entre trabajar y ser madre”. “La maternidad es el acto más sostenible del mundo y pedimos un cambio y que las Administraciones Públicas la protejan”, ha añadido.

“Hacer políticas globales de apoyo al embarazo y a la familia funcionan mejor que las ayudas por niño nacido”, subraya Amaya Azcona, pues los 2.000 euros por niño nacido que se dan en País Vasco o Galicia no están aumentando la natalidad

Por su parte, Amaya Azcona ha referido que los 500 euros mensuales de la ayuda de la Comunidad de Madrid son una buena cifra, pero el gasto en las embarazadas y en la maternidad debe ser mayor. Eso, en su opinión, sería posible con “una fiscalidad más baja (por ejemplo, reduciendo el IVA de los pañales y de la ropa de niños, los libros de texto, etc.), inversiones en viviendas para jóvenes, más guarderías públicas, mejores sueldos,...” y si las Administraciones Públicas responden a su obligación de remover los obstáculos que afronta la maternidad. Y todo esto dentro de un país que vive en invierno demográfico desde 2014 (es decir, mueren más personas de las que nacen, y en 2023 hubo mínimo histórico de nacimientos), y aunque “las Administraciones Públicas están llamadas a hacer políticas demográficas, no hay voluntad política de cambiar las cosas y nadie dice que deben nacer más niños”, ha apuntado Azona. Y ojo, porque las ayudas por niño nacido (como los 2.000 euros que se dan en País Vasco o Galicia) no funcionan para aumentar la natalidad, y por ende, la población. “Hacer políticas globales de apoyo al embarazo y a la familia funcionan mejor que las ayudas por niño nacido”, ha subrayado la directora general de Redmadre.