La salvajada de los tratamientos para cambiar de género, en especial en niños y adolescentes, viene siendo denunciada por distintas entidades.

Por ejemplo, en EEUU, los pediatras del Colegio Americano de Pediatría se han adherido, junto con representantes de organizaciones sanitarias de todo Estados Unidos, a la declaración de médicos que protegen a los niños para que se ponga fin a “los actuales protocolos perjudiciales promovidos para niños y adolescentes que expresan malestar con su sexo biológico”. Los pediatras y otros profesionales de la salud alegan que “las mejores pruebas e investigaciones sugieren que las cirugías, los bloqueadores de pubertad y las hormonas sexuales cruzadas perjudican gravemente a los niños”, además de que estos tratamientos “no mejoran el bienestar físico o mental de los adolescentes con disforia de género”. "Existen graves riesgos a largo plazo asociados con el uso de la transición social, los bloqueadores de la pubertad, las hormonas masculinizantes o feminizantes y las cirugías", como "enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta, ataques cardíacos, coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares, diabetes y cáncer", explicó la doctora Jill Simons.

Por su parte, la Sociedad Europea de Psiquiatría Infantil y Adolescente (ESCAP) publicó una declaración conjunta en la que denunciaban las "graves consecuencias a largo plazo de estos tratamientos" y pidiendo a los proveedores de atención médica "que no promuevan tratamientos experimentales e innecesariamente invasivos con efectos psicosociales no probados y, por lo tanto, que se adhieran al principio primum-nil-nocere (primero, no hacer daño)". 

En este contexto, Religión en Libertad cuenta que, en Chile, el Ministerio de Salud del muy progresista Gabriel Boric ha decidido suspender las terapias de cambio de género en niños hasta que se disponga de "lineamientos nacionales" al respecto.

La intención de las autoridades chilenas es disponer de "la mejor evidencia científica disponible y estándares internacionales

La intención de las autoridades chilenas es disponer de "la mejor evidencia científica disponible y estándares internacionales".

Así pues, el Chile del Gobierno izquierdista del presidente Gabriel Boric se replantea también sus políticas de cambio de género, al igual que ya han hecho otros países como Reino Unido, Finlandia, Suecia o Noruega.

Ahora solo falta que el Gobierno español de Pedro Sánchez haga lo mismo después de que, durante la pasada legislatura, aprobase por medio de la ministra podemita Irene Montero una 'ley trans', tras desoír las advertencias de todos los expertos...  
 
Por ejemplo, las de la comunidad médica, que denunció que el Gobierno no había escuchado sus advertencias ante el riesgo para el "derecho a la salud de los niños", es más, la mayor sociedad de psiquiatras infantiles de España veía "preocupante" la Ley Trans por "poner en riesgo a los niños". Se "pone en peligro la atención médica integral a que todos los niños tienen derecho". 

En la misma línea, la prestigiosa revista médica JAMA Pedriatrics perteneciente a la Asociación Médica Estadounidense publicó un informe elaborado por médicos de la Universidad de Vanderbilt  (Nashville, EE.UU.) sobre las operaciones de cambio de género en menores de edad: lo que sucede "es pura mutilación" y lo describe como algo "peor que prescribir una liposucción a un niño de 12 años que padece anorexia". El informe arroja que las operaciones de reconstrucción torácica de afirmación de género, es decir, la mutilación mamaria, la mastectomía se ha incrementado en un 389% entre 2016 y 2019, así como casos de niños que solicitaron implantes mamarios.