En Reino Unido, en lo que supone una victoria para la libertad de expresión y la libertad de manifestar las propias creencias, se han retirado los cargos contra Isabel Vaughan-Spruce, que fue detenida hace meses por rezar ante un abortorio. La policía ha presentado una disculpa por tardar más de medio año en «investigar» el caso, informa Lifenews

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La policía británica detuvo a Isabel Vaughan-Spruce por rezar en silencio frente a un establecimiento abortista de Birmingham, después de que se hubiera aprobado una zona de censura que prohibía a los provida protestar, dar consejo, rezar o incluso situarse en la zona. Vaughan-Spruce no llevaba ningún cartel y permaneció en completo silencio hasta que se le acercaron los agentes y dijo que «podría» haber estado rezando en el momento de su detención.

Tras una investigación de seis meses, la policía de West Midlands ha confirmado que no presentará cargos contra Vaughan-Spruce, emitiendo una disculpa por el tiempo transcurrido hasta llegar a la decisión de no procesarla por rezar en silencio.

La detención captó la atención mundial por un vídeo viral, en el que la policía acusaba a Vaughan-Spruce de cometer un delito por rezar en silencio en su propia mente: «Ha dicho que ha estado rezando, que es el delito».

La detención captó la atención mundial por un vídeo viral, en el que la policía acusaba a Vaughan-Spruce de cometer un delito por rezar en silencio en su propia mente: «Ha dicho que ha estado rezando, que es el delito»

«No estamos en 1984, sino en 2023: nunca deberían haberme detenido o investigado simplemente por los pensamientos que tenía en mi mente. Rezar en silencio nunca es delito. Acojo con satisfacción la decisión de la policía de West Midland de poner fin a su investigación y sus disculpas por el tiempo que tardó en hacerlo, pero es importante destacar las implicaciones extremadamente perjudiciales de esta terrible experiencia, no sólo para mí, sino para todos los que se preocupan por las libertades fundamentales en el Reino Unido. Lo que me ocurrió a mí indica a los demás que ellos también pueden ser detenidos, interrogados, investigados y posiblemente procesados si se les sorprende ejerciendo su libertad básica de pensamiento», comentó Isabel Vaughan-Spruce al recibir las disculpas de la policía de West Midlands.

Lo que me ocurrió a mí indica a los demás que ellos también pueden ser detenidos, interrogados, investigados y posiblemente procesados si se les sorprende ejerciendo su libertad básica de pensamiento», comentó Isabel Vaughan-Spruce

“Ahora que las autoridades han llegado dos veces a la conclusión de que la oración silenciosa no es un delito (una conclusión a la que también llegó el Ministro del Interior la semana pasada), estoy agradecida de reanudar mi práctica de orar en silencio por las mujeres en embarazos críticos”, continuó Vaughan-Spruce. 

Y es que el pasado 2 de septiembre, la ministra del Interior, Suella Braverman, publicó una carta abierta en la que pedía a la policía que evitara una actuación policial politizada. La carta aclara que “la oración silenciosa, en sí misma, no es ilegal” y que “tener opiniones legítimas, incluso si esas opiniones pueden ofender a otros, no es un delito penal”. 4 de cada 10 británicos creen que la policía está más interesada en "despertar" que en atrapar a los delincuentes, según una encuesta realizada por Public First.

“El arduo proceso de este calvario criminal ha sido el castigo para Isabel. Además, su historia ha advertido al mundo que las libertades fundamentales son vulnerables en el Reino Unido”, comentó Jeremiah Igunnubole, asesor jurídico de ADF UK, que apoyó la defensa legal de Vaughan-Spruce.