Decíamos en Hispanidad que en el discurso sobre el Estado de la Nación, por Joe Biden, madrugada española del 8 de marzo, escuchamos a un presidente electoralero, poco institucional, obsesionado contra Donald Trump y demagogo con el feminismo y la estupidez woke hasta unos extremos curiosamente hilarantes. Pero centrémonos en las dos ideas-fuerza con las que el jovencito de la Casa Blanca pretende reeditar mandato. Y ojo, que puede conseguirlo: el aborto y la guerra. Lo que siempre se ha tratado en las campañas electorales estadounidenses: moral interior y política exterior.

La presidencial alocución se resume fácil: durante su intervención ante el legislativo, Biden se entusiasma con la matanza de inocentes mientras en la guerra de Ucrania reivindica el nuevo papel de Estados Unidos en el mundo: no envío soldados pero te envío armas. Los muertos ponlos tú, Ucrania.

Es decir, lo más repugnante del nuevo Estados Unidos de Biden: cruel con la criatura más inocente y más indefensa, la del concebido y no nacido, como no lo ha sido ningún presidente norteamericano, ni demócrata ni republicano y prometiendo que defenderá a Ucrania del malvado Putin, enviando armas.

Y todo ello lo dijo con una aparente lucidez, de la que había adolecido en muchas de sus últimas intervenciones

Es ahí, en torno a la lucidez presidencial donde se ha centrado su rival, Donald Trump, recopilando en un vídeo algunos de los mejores momentos de 'Yayou', lo que en Hispanidad hemos denominado como 'vestustatis lapsus' de Biden