Lo denuncia la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, la revista médica británica The Lancet ha echado por tierra todo el prestigio que le podía quedar. Siempre basada en criterios, expertos y evidencias científicas ha revisado sus directrices para autores. 

Entre otras cosas, los autores deben utilizar el término "sexo asignado al nacer" en lugar de "sexo biológico", "sexo de nacimiento" o "sexo natal", ya que es, ojo, más preciso e inclusivo. 

Al determinar el género y el sexo, los investigadores deben utilizar un proceso de dos pasos, primero preguntar por la identidad de género, permitiendo múltiples opciones, segundo si es pertinente para la pregunta de la investigación, preguntar por el sexo asignado al nacer.