Tras el giro radical del dueño de Facebook, Instagram y Whatsapp, que ha decidido prescindir de ellos, se han puesto a temblar
Mark Zuckerberg ha sido, durante años, especialmente tras la pandemia, uno de los mayores censores del mundo, en internet. Una censura ejercida por verificadores a sueldo que ahora, tras el giro radical del dueño de Facebook, Instagram y Whatsapp, que ha decidido prescindir de ellos, se han puesto a temblar.
Además de anunciar su giro radical pro libertar de expresión, Zuckerberg denunció que en Europa hay leyes que promueven la censura en internet. No exagera: el reglamento europeo de libertad de medios de comunicación, aprobado en Bruselas en 2023 y que sirvió de coartada a Moncloa para instaurar la censura en España, va en contra de la libertad de expresión, eso sí, bajo la apariencia de luchar contra los bulos.
En todo este asunto conviene tener dos ideas muy claras: la mentira tiene las patas muy cortas, también en internet, y tiene una vida media de 24/48 horas. No hacen falta detectores de mentiras. La segunda idea es que los verificadores no persiguen bulos, sino que censuran opiniones contrarias al pensamiento único.
Vamos al grano. El anuncio de Zuckerberg -martes 7- ha conmocionado a gran parte de la sociedad, también la empresarial, que se ha creído lo de la lucha contra los bulos y ahora prevén una ola brutal e incontrolada de desinformación. Tranquilos: lo que ahora comienza es la vuelta a la libertad de expresión y el principio del fin de los verificadores como dueños de la verdad.
Un ejemplo: esta misma noticia publicada en un medio progresista, amigo de Moncloa, asegura que esta medida “beneficia a grupos afines a la ultraderecha, quienes suelen aprovechar las redes sociales para difundir bulos”. ¿Lo ven? Acusa a la ultra derecha cuando el mayor hacedor de bulos, desde hace unos años en España, es el Gobierno de un tal Pedro Sánchez-Pérez Castejón. A estas alturas no hacen falta ejemplos.
Pero más perniciosa aún, y más global, es la censura de lo políticamente correcto o pensamiento único. Si dices que no hay emergencia climática eres un negacionista y mereces ser despreciado y si afirmas que sólo hay dos sexos -masculino y femenino- eres un homófobo y puedes ser acusado de delito de odio.
La revolución empieza en Zuckerberg... gracias a Donald Trump.
Periodista: «¿Cree que [Zuckerberg] está respondiendo directamente a las amenazas que le hizo en el pasado con estas acciones?».
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) January 7, 2025
Trump: «Probablemente». pic.twitter.com/Gm69dAytOh