Decíamos en Hispanidad que la técnica de las mafias consiste en llevar a los inmigrantes unas pocas millas marinas y luego abandonarles, a la espera de que Salvamento Marítimo o alguna ONG vaya a recogerles. Y si no van, la culpa de la muerte de los emigrantes no es de las mafias, sino de Occidente, que no ayuda.

En Hispanidad insistimos en una idea: a los refugiados que huyen de la violencia o la opresión hay que acogerles a todos. A los inmigrantes no, porque lo que hay que hacer no es traerles aquí, sino ayudarles en sus países de origen, cosa que a veces puede no resultar fácil y que siempre es mucho más cara. Pero es el camino correcto.

De hecho, en España, las mafias de inmigración ilegal proliferan bajo el Gobierno sociopodemita: en 2020 operaban 30, frente a las 16 del año 2017. Por algo séra.

Precisamente, sobre inmigración trató en su ponencia ante el Parlamento Europeo Samuel Vázquez (policía purgado por Marlaska): “Si queremos que deje de morir gente en el mar, lo mejor es evitar que se tiren al mar, no invitarles a tirarse”.