'Obras completas San Eulogio de Córdoba'
Hoy, 9 de enero, es San Eulogio, un santo por quien, por alguna extraña razón, siento querencia.
Pero, además de querencia, siento admiración por un tipo coherente, del siglo noveno, nada menos, uno de los más sabios de época, pero al que la santidad le importaba aún más que la sabiduría.
Por eso se dedicó a escribir la crónicas de los mártires y por eso escribió alto y claro contra el miserable poder islámico de la época. Fue detenido por esconder en su casa a una cristiana perseguida por la Córdoba califal. Cuando el tribunal que le juzgó, presidido por el mismísimo emir de Córdoba, la ciudad más poderosa del mundo en aquel momento y cuando se le dio la oportunidad de retractarse, "con una sola palabra" de su fe cristiana, aunque luego la siguiera practicando en secreto, Eulogio respondió con una defensa ardiente de Cristo y, ya por el mismo precio, aprovechó para añadir una filípica sobre el tal Mahoma, al que puso como no digan dueñas. O sea, como se merecía. Naturalmente, acabó decapitado y descuartizado... con un par.
San Eulogio de Córdoba... hoy tan necesario
Es el tipo de personas que necesitamos ahora mismo: el perfil San Eulogio, tipos con la prudencia del mártir... porque lo más prudente para un cristiano es perder la vida antes que perder la fe. Lo prudente es no perder la vida eterna.