El mundo del deporte femenino es uno de los más afectados por las leyes trans que corren a lo largo y ancho del mundo. En Hispanidad hemos recogido innumerables casos en los que la categoría femenina se ve amenazada en múltiples disciplinas deportivas. Con la vuelta de Donald Trump, Estados Unidos tomaba la delantera y se posicionaba a favor de las mujeres. 

Y en este cambio de rumbo lógico y cargado de cordura, la federación Internacional de Atletismo, la World Athletics, ha acordado la introducción de una prueba genética obligatoria para poder participar en las categorías femeninas.

En febrero se convocó a consultas a un grupo de expertos para detallar las directrices, y con el informe emitido, se ha tomado la decisión de cerrar la puerta a los hombres biológicos en las categorías femeninas. Es decir, en las categorías femeninas sólo podrán competir las mujeres de "sexo biológico femenino" y aquellas con cromosomas XY pero que tienen insensibilidad a los andrógenos (es decir, su cuerpo no reconoce las hormonas masculinas como la testosterona). Se determinará si cumplen con los requisitos previo test genético de saliva. 

“Es importante hacer esto porque mantiene todo aquello que hemos estado hablando de no limitarnos a hablar, de la integridad en el deporte femenino, sino de garantizarla realmente”, añadió el presidente de World Athletics, el británico Sebastian Coe. “Protegeremos tenazmente la categoría femenina y haremos todo lo que haga falta para conseguirlo”.

La decisión llega en un momento crucial, coincidiendo con el cambio en la presidencia del Comité OIímpico Internacional: su nueva presidenta, Kristy Coventry declaró declara la guerra a la inclusión de los trans en las categorías femeninas.