
Decíamos ayer, y no me gustó decirlo, que Francisco no había sido un buen Papa. Y apuntaba la razón: con toda su buena intención, seguro, ha contribuido a la confusión creciente que reina en la Cristiandad, donde si algo falta hoy es capacidad de discernimiento.
Tomás de Iriarte es el autor de la fábula de El oso, la mona y el cerdo. Ya saben: aquel oso que presumía de buen danzante, se resiste a las críticas de la mona que le dice que baila fatal pero cae en la cuenta de que la mona tiene razón cuando el cerdo le alaba: el oso no sabe bailar.
Con el Papa Francisco, desde el momento mismo de su fallecimiento los ministros de Pedro Sánchez, y el propio presidente, se han lanzado a una defensa enardecida de dos personajes: del fallecido pontífice y del no fallecido Pedro Sánchez.
El primer en aparecer, como no, Félix Bolaños. En primer lugar, y esto es importante, el pontificado de Francisco recibió el visto bueno de 'El Bolas' quien, como buen maestro en teología y ascesis, recordó al sucesor en el sillón petrino que mucho ojo con cambiar el rumbo. Con decirles que el rumbo de Francisco agrada en Moncloa.
Sacarino pero que dices!!!!! Tres días de luto???? Pero para la gente de la pantanada ni un día de reflexión 🤷
— ladyblue (@MariaMu24417972) April 21, 2025
Tengo la impresión que Sánchez se nos hace papa 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣 pic.twitter.com/GSJmLQU33A
El propio presidente del Gobierno se grabó un vídeo felicitando a un Papa, no por su trabajo al frente de la cristiandad, naturalmente, sino porque su papado coincidía, según Sánchez, con las metas del Sanchismo. Por eso fue un buen papá.
🇪🇸🇻🇦| Sánchez, muy compungido por la muerte de Francisco, afirma que era «un referente moral». pic.twitter.com/NLC4jXpnbE
— ʜᴇʀQʟᴇs (@herqles_es) April 22, 2025
Volviendo a Bolaños, es el mismo ministro que se ha burlado de la Iglesia con el Valle de los Caídos, el mismo ministro que hora después del ditirambo hacia el fallecido ordenó a la televisión pública lanzar un ataque miserable contra la Iglesia y a favor del Gobierno, con una ristra de trolas de la que sólo 'El Bolas' es capaz. Alabó el acuerdo firmado con la Iglesia sobre el Valle de los caídos, 48 horas después de que la Conferencia Episcopal Española lanzara un comunicado en el que abomina de un acuerdo en el que se siente engañada por el Gobierno Sánchez, porque no consiste sino en la profanación de la Basílica del Valle de los Caídos y no era eso lo que habían pactado.
El ataque de TVE continuó con unas inmatriculaciones absurdas que no pretendían ser otra cosa que una nueva desamortización eclesiástica y que la Iglesia, no se plantó porque no hubo necesidad; los tribunales pusieron al Gobierno en su sitio.
Siguió con una curiosísima interpretación de los acuerdos con la Iglesia para que ésta pagara "los impuestos" que no pagaban. Al final, el acuerdo consistió en que hubo que buscar un impuesto ridículo y marginal que la empresa no pagaba y aceptar que los templos no pagaran IVA... cuando la verdad es que no lo pagan ni los partidos políticos, ni los sindicatos, ni las fundaciones, ni las ONG ni el resto de confesiones eclesiásticas.
¿Comprendes? Francisco era muy bueno porque -y esto es otra mentira- era socialista sin carné.
Y esta mentira es tónica general en todo el mundo. Muchos católicos muchos obispos, incluso, guardan silencio sobre un Papado que, como decía ayer, y no con ganas, no ha sido un buen papado... porque ha contribuido a la confusión en ambientes cristianos, que cada vez encuentran mayor dificultad para discernir entre el bien y el mal y donde se ha impuesto la única norma de que yo dicto mis propias normas morales.
El Papa fallecido no les paró los pies a los católicos progres -una contradicción 'in terminis'-, incluso les trataba con toda delicadeza. También a los eclesiásticos progres -por ejemplo, los obispos alemanes- que no han dejado de decir barbaridades y confundir a los fieles.
Y esto es lo curioso: que los más cristófobos sean los que más alaban a Francisco. Ahí es donde yo empiezo a temblar porque si el cerdo -ninguna alusión a 'El Bolas', que conste, es sólo una licencia literaria- te dice que bailas muy bien es que bailas muy mal. Otra cosa es que te lo dijera la mona, que sí sabe bailar.