Ciudad de la Justicia de Valencia
El Juzgado de lo Penal número siete de Valencia ha condenado a una mujer por denuncia falsa contra su expareja, a la que acusó de haber pegado a su hijo en reiteradas ocasiones y de abandonarle por las noches mientras él trabajaba en un restaurante. Se trata de la segunda condena que se le impone por hechos similares.
Así se desprende de la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que el juzgado condena a la mujer por un delito de denuncia falsa y falso testimonio y, junto a la pena de prisión, le fija una multa y una indemnización de mil euros para la expareja en concepto de daño moral -más los intereses legales-.
Se da la circunstancia de que no es la primera vez que la mujer denuncia falsamente a su expareja -representada por Castillo Castrillón Abogados-, ya que fue condenada en el año 2019 por otra denuncia falsa al haber mentido cuando manifestó que el padre de su hijo le había estado sometiendo a malos tratos.
Según publica ABC, estos hechos resultaron ser falsos, de acuerdo con la prueba practicada en el juicio -la declaración del denunciante, la exploración del menor y la prueba documental-.
Así, en la vista la mujer reconoció haber presentado la denuncia después de haber recibido unas fotos de su hijo en las que aparecía herido en la cabeza y que le había mandado su expareja junto a unos mensajes en los que le culpaba de las heridas.
La mujer reconoció haber presentado la denuncia sin haber hablado antes con su hijo y sin que este le dijera, por lo tanto, que esas heridas se las había causado su padre.
Más tarde se enteró de que el menor se había ocasionado las lesiones jugando con su hermano, en su casa. La acusada trató de disculpar su comportamiento aduciendo que era alcohólica, que en aquellas fechas estaba atravesando un periodo crítico, ingresando poco después en prisión por su participación en un delito de robo con violencia, por lo que no pensaba con claridad.
El juzgado concluye entonces que la mujer se inventó la acusación y que el denunciado le mandó las fotografías para advertirle a la madre de las lesiones que había descubierto en el niño y para pedirle que tuviera más cuidado y que, si volvía a pasar, lo llevase al médico.