Tras haber visitado Indonesia y Papúa Nueva Guinea, el Papa Francisco llega hoy a Timor Oriental. Con una superficie similar a la provincia de Sevilla, es el país con el mayor porcentaje de católicos de Asia (96%). 

Entre los miles de fieles de que le esperan con alegría en el país, está Ebid Lone, un seminarista claretiano que pudo ver su sueño cumplido de ser sacerdote gracias a un misionero español.

El joven seminarista claretiano Ebid Lone asistirá a la Misa con el Papa estos días en Timor Oriental, informa Obras Misionales Pontificias (OMP). 

“Será una bendición, un momento precioso en el que podré ver a Francisco directamente, cara a cara; hasta ahora solo le he visto en televisión”, afirma este joven indonesio destinado en el pequeño país asiático. “Cuando se anunció que el Papa visitaría este país, todo el mundo se llenó de alegría”, afirma Ebid Lone.

“Tras once (años) de formación, doy gracias a Dios por todas las cosas que los misioneros me han dado, en especial los claretianos”, añade Lone. “Ser sacerdote era el sueño de mi infancia, cuando iba a Misa con mis padres en Indonesia me quedaba impresionado”, explica a Obras Misionales Pontificias. “Siempre tuve deseo de ser como ellos, pero vengo de una familia muy pobre, y el seminario es muy caro”. Su sueño se pudo cumplir gracias a un misionero claretiano español, y hoy está a punto de ser ordenado diácono en Timor Oriental. Tras once años de formación, está disponible para ir “allá donde la congregación y la Iglesia necesite, porque soy misionero”.

Las primeras palabras del Santo Padre en Timor Oriental, junto al presidente del país, han sido: “El cristianismo, nacido en Asia, llegó a estas lejanas regiones del continente a través de misioneros  europeos, lo que da testimonio de su vocación universal y de su capacidad de armonizarse con las más  diversas culturas, que, al encontrarse con el Evangelio, llegan a una síntesis nueva, más elevada y profunda”.

Y añadió que “el cristianismo se incultura”, subrayando que el binomio de “inculturación y evangelización de la cultura” es esencial para el cristianismo. “No es una fe ideológica, es una fe enraizada en la cultura”.