Felipe, un señor de 82 años, es propietario de dos viviendas en San Sebastián de los Reyes. Cuanta su historia a El Mundo. Decidió alquilar uno de sus pisos para obtener ingresos extra. El inquilino era un amigo suyo, pero todo se torció cuando éste se marchó al sufrir una ruptura con su pareja, que vivía con él. La señora de 62 años cambió la cerradura y se quedó en la vivienda sin pagar los 300 euros de renta.

Desde ese momento comenzaron las amenazas y el acoso: “Voy a cumplir 82 años y jamás me había sentido así. Tengo miedo… Me han dicho que me van a matar”.

Felipe ha interpuesto varias denuncias y ha instalado una cámara para recoger todo lo que ocurre, que no es poco. La okupa es hechicera y ha realizado prácticas de brujería en contra de Felipe, le ha lanzado ratas muertas, excrementos y le ha amenazado de muerte.

“Ella se limpia y luego me lanza los restos en la escalera. No compra papel higiénico, es una suciedad tremenda. No sé de dónde saca las ratas”

“Me preocupa cuando hace esas señales como si estuviera lanzando maldiciones o amenazándome con cortarme el cuello. Prefiero encerrarme en casa cuando la veo, porque me tiemblan las piernas”

A este acoso hay que sumar la deuda, que ya asciende a 40.000 euros. “Las facturas son desorbitadas. Deja los grifos abiertos y la luz encendida todo el día. Acabo de pagar 219 euros de agua y 250 de electricidad. Sé que tiene dinero, pero no entiendo por qué no paga”.

Segundo día consecutivo que hablamos de un caso de okupacion en el que la víctima es una persona mayor. A ver si va a ser verdad que el perfil del propietario no es un malvado fondo buitre, sino personas de avanzada edad que usan el alquiler para completar la pensión.