Acuerdo de conformidad entre las partes, en el juicio promovido contra una mujer acusada de agredir al alcalde de Burguillos, el popular Domingo Delgado; y romper además la camisa de marca Ralph Lauren que vestía el primer edil en el momento de sufrir el supuesto ataque.
Tal como recoge La Razón, mediante dicho acuerdo, la acusada, ha reconocido los hechos atribuidos a la misma, quien según la Fiscalía, el día 12 de julio de 2023, sobre las 11,30 horas, "acudió con su marido a la calle donde se encontraba el alcalde de la localidad" de Burguillos, que estaba "acompañando a agentes de la Policía Local y a fontaneros del Ayuntamiento, para comprobar una posible defraudación de agua en una vivienda allí existente".
La acusada y su esposo "se dirigieron al alcalde en actitud amenazadora, consiguiendo los agentes interceptar al marido de la acusada, mientras esta última consiguió llegar hasta el alcalde y, con ánimo de menoscabar su integridad y el principio de autoridad, procedió a agredirle, ocasionándole excoriaciones en tórax, cuello y brazo izquierdo, que precisaron de una sola asistencia facultativa y tardaron en curar tres días de perjuicio personal básico". "A consecuencia de la agresión de la acusada, resultó igualmente rota la camisa marca Ralph Lauren del alcalde, no habiendo sido tasado pericialmente su valor", agregaba la Fiscalía. No nos queda claro qué le ha dolido más al primer edil...
La inculpada, además de admitir los hechos, ha aceptado las penas de dos años de prisión por un delito de atentado a la autoridad, una multa de 360 euros por un delito de lesiones, seis meses de prohibición de acercarse al primer edil o comunicarse con él y la obligación de pagarle una indemnización de 220 euros, en concreto 120 euros por la camisa y 100 euros por las lesiones.
Su pena de cárcel queda suspendida siempre que no vuelva a delinquir en tres años, la condición de que abone la indemnización aceptada, que realice cinco meses de trabajo para la comunidad y que cumpla un año y medio más de alejamiento e incomunicación respecto al alcalde.
Este caso, en torno a un ayuntamiento, recuerda -salvando las distancias, de que, por ejemplo, aquí la agresora es una mujer- al de la brutal agresión de dos gemelos marroquíes a un trabajador ucraniano del Ayuntamiento de Navalafuente (Madrid), que se volvió viral. Sólo que en ese caso, los atacantes fueron identificados pero no detenidos, es decir, impunidad. Mientras, Yuri, el trabajador golpeado: "Sí, hay denuncia. Estamos esperando la orden de alejamiento. Tenemos que estar en casa porque si no, van a decir que estamos provocando".