Sin electricidad, sin internet y sin cobertura telefónica en muchos lugares, al menos en Madrid capital, la única manera de mantenerse informado sobre lo que estaba sucediendo ha sido a través de la radio, claro está, en aparatos que funcionan con pilas, o la radio de los coches.

Tampoco han dejado de funcionar, atención, los parquímetros de la capital de España, gracias a los pequeños paneles solares que tienen en la parte superior. Otra cosa es que los empleados del SER puedan comprobar si una matrícula ha pagado la correspondiente tarifa. Recuerden: no hay conexión a internet.
La radio, los parquímetros… y Mercadona. Los supermercados de Juan Roig, al menos el ubicado en la calle Bravo Murillo, de Madrid, ha seguido funcionando con total normalidad, incluso se podía pagar con tarjeta. Todo gracias a que posee un grupo electrógeno propio que le permite tener electricidad durante unas horas sin depender de la red convencional.
Se pueden imaginar las riadas de personas entrando en el citado Mercadona tras media hora de apagón y con la competencia cerrada a cal y canto. Los productos más demandados, bidones de agua mineral y papel higiénico, como durante la pandemia del Covid. Una compra masiva de papel higiénico que ni el mismísimo Juan Roig supo explicar meses después.

Los cajeros automáticos también dejaron de funcionar. En cuanto vuelva la normalidad, no dejen de sacar dinero para tener efectivo disponible en todo momento.
Y mientras el ayuntamiento, pide a los ciudadanos que permanezcan en sus lugares, los madrileños se echan a la calle, unos para volver a sus casas, otros para dar una vuelta y otros para tomar algo en el bar. Menos mal.