En el contexto de la guerra que libra Israel contra el grupo terrorista chiita pro-iraní Hezbolá, que ha derivado en una operación terrestre dentro del Líbano y en bombardeos judíos en Beirut contra "objetivos terroristas", Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha iniciado una campaña de ayuda para los cristianos que viven en el país, destinada a más de 3.000 familias. 

Desde la diócesis de Sidón, su obispo Mons. Maroun Ammar ha asegurado: “Muchas personas han abandonado sus hogares en el sur del Líbano y se han refugiado en nuestra diócesis. Tendremos que ayudar a los desplazados y distribuirles paquetes de alimentos”, informa ACN en nota de prensa. 

Líbano

Sor Maya El Beaino, Hermana de los Sagrados Corazones de Jesús y María, que ha decidido quedarse en Ain Ebel, a escasos cinco kilómetros de la frontera con Israel, cuenta a ACN:  “La situación es horrible. Estamos en constante peligro. Aquí todavía hay 9.000 cristianos, distribuidos en tres pueblos. No hay un hospital cerca y sólo tenemos tres horas de electricidad al día. No tenemos agua ni conexión a internet para pedir auxilio”.

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En Rmeich, otra localidad junto a la frontera entre Líbano e Israel, la presencia de estas religiosas es un consuelo: “Todo el mundo habla de la gente que ha huido, pero nadie habla de los numerosos cristianos que han optado por quedarse porque temen perder su hogar y su tierra para siempre”, añade Sor Maya. “Aunque muchos abandonaron la región al principio de la guerra de Gaza, numerosas familias han regresado a sus casas porque la vida en Beirut es muy cara y porque no podían soportar la separación de los padres de familia, que se habían quedado solos en el sur”.

La coordinadora de proyectos de ACN en Líbano, Marielle Boutros, está en contacto directo con las comunidades cristianas libanesas: “La gente está viviendo ahora en los salones de las iglesias, así que necesitan comida, productos sanitarios, colchones y mantas, y si esto continúa, necesitaremos calefacción para el invierno, aunque, naturalmente, esperamos que no dure tanto”. 

ACN también hace un llamamiento urgente a la oración por los habitantes del sur del Líbano, por las víctimas de la guerra, por los refugiados y por el fin de la violencia. “Rogamos al Dios de todo consuelo que escuche nuestras oraciones”, ha dicho Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN Internacional, “y que permita que su amor y compasión toquen los corazones de los implicados en los combates para inspirarlos a buscar soluciones pacíficas, para que la justicia y la reconciliación puedan reinar en toda Tierra Santa y fuera de ella”.

Ante la fuerte crisis económica que atraviesa el país, la emergencia del covid, la gran explosión del puerto de Beirut y la escalada de violencia que se ha desatado en el último año, Líbano es un país prioritario para la fundación ACN. De hecho, el año pasado fue el tercer país más ayudado, por ACN, que apoyó a la Iglesia libanesa en 2023 con más de 6,9 millones de euros. En 2024 se espera superar esta cifra.