Miles de austríacos salieron a la calle para protestar por la vacunación obligatoria y por el confinamiento forzoso decretado para los no vacunados
Austria impondrá la vacunación obligatoria a partir de febrero de 2022 para los mayores de 14 años. Sólo quedarán exentos los que no puedan recibir la vacuna por razones médicas, las embarazadas, los menores de 14 años y las personas que tuvieron el coronavirus durante los últimos 180 días que, naturalmente, tendrán que presentar documentación que lo demuestre.
Las sanciones serán muy duras para los que no se vacunen. “Cada trimestre se anunciarán los días para la vacunación, cuando los que deben vacunarse oficialmente tendrán que hacerlo o proporcionar al registro central una confirmación de exención médica. Si esto no ocurre, se abrirá una causa que implica una multa de 3.600 euros” afirmó el ministro de Salud, Wolfgang Muckstein, durante la presentación del proyecto de ley.
La norma entrará en vigor en febrero -el Gobierno prevé que esté vigente hasta 2024-, pero ya hay ayuntamientos que han comenzado a contratar empleados, también llamados cazarrecompensas, para perseguir a los disidentes. Hablamos, por ejemplo, de Linz, una ciudad de 200.000 habitantes que pagará, al menos, 2.774 euros brutos mensuales (14 pagas) por ese trabajo: comprobar que sus vecinos se han vacunado y, sobre todo, asegurarse de que los no vacunados pagan la multa correspondiente. Todo muy bello e instructivo. Si usted está dispuesto a hacerlo y es español, no corra -el plazo finaliza el 27 de diciembre-, porque solo pueden optar al empleo los que tengan la ciudadanía austríaca, certificado de estudios secundarios, disponibilidad para realizar otros trabajos en el ayuntamiento (no se concreta cuáles) y lo más importante -y no es coña- tener una “vida pasada impecable”.
Por supuesto, y dado que Linz es una ciudad igualitaria, “se invita especialmente a las mujeres a postularse. Se dará preferencia a las mujeres si tienen las mismas calificaciones”, reza la convocatoria de empleo.
En definitiva, la persecución en Austria a los que no quieren vacunarse se intensifica en plena ola Ómicron, más contagiosa pero mucho menos grave que las anteriores. ¿Penas de prisión? De momento no, tal vez porque se llenarían las prisiones en pocos días. ¡Feliz 2022!