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El partido Vox está sometido a un cinturón sanitario, tanto desde la política como desde los medios de comunicación. De la política ya lo sabemos, aunque lo del Partido Popular se acerque a lo esperpéntico, porque solo se acerca cuando saben que Vox es la única forma posible de tocar moqueta, mientras que, en el Congreso de los Diputados, Alberto Núñez Feijoó, les ningunea con un silencio cínico y juega a los pactos con su mayor enemigo, Pedro Sánchez.
Pero desde los medios de comunicación, los mass media escorados a la derecha, hacen de palmeros y juegan al desgaste de Vox con noticias pendencieras, retorcidas y falseadas a través de opiniones subjetivas que no noticias. El más llamativo es Federico Jiménez Losantos, que por recibir la paguita de la Comunidad de Madrid, ha conseguido quedarse casi sin oyentes. Desde la segunda oleada de 2021-2023 y según los datos del Estudio General de Medios (EGM), esRadio ha perdido 286.000 oyentes, lo que supone una caída del 37,8%. En una línea muy parecida están la COPE y TV13, un ente radicalmente pepero que trata de contaminar el imaginario de sus oyentes, biempensantes y conservadores.
Otros hacen su labor menos visible porque son más gatunos. El Mundo y El Español, dos medios de comunicación que tienen la careta de derechas, aunque eso a ellos les da igual, porque como buenos neoliberales solo atienden a lo que da dinero y se pegan al ascua que más calienta, ahora con editoriales de corte progresista, ya que son cipayos del sistema globalista.
Unos y otros se empeñan en trasladar la supuesta descomposición de Vox para socavar el ánimo de sus votantes, vendiendo supuestos enfrentamientos internos, el último entre Javier Ortega Smith y Santiago Abascal
En definitiva, unos y otros se empeñan en trasladar la supuesta descomposición de Vox para socavar el ánimo de sus votantes, vendiendo supuestos enfrentamientos internos, el último entre Javier Ortega Smith y Santiago Abascal o desde hace meses, la salida del partido de Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso. Todo un huracán de dimes y diretes que terminan mareando al oyente y confundiendo a los que no están en la pomada pero que también votan. Sin embargo, los que están integrados en Vox trabajando desde dentro, se ríen de todas esas cosas aunque sepan que hacen daño, porque los que conocen la verdad de los movimientos internos del partido de Abascal saben que nada tienen que ver las razones de estos movimientos con los titulares que dan los voceros en la batalla mediática. Lo que ha clamado al cielo ha sido que el PSOE haya exigido la retirada de acreditaciones a los periodistas que informan desde los 'pseudomedios', a los que el Supremo ha anulado tal pretensión y los mal llamados 'pseudomedios' pueden seguir preguntando, aunque los representantes del pueblo les nieguen las respuestas.
Pero la fecha de esclarecer todos estos galimatías tiene fecha de caducidad. El próximo día 2 de febrero se proclamarán los resultados definitivos y las bases del partido habrán otorgado los avales definitivos para saber quién será el próximo secretario general de Vox, y si las cosas están tan mal como lo pintan los medios concertados, como dice Rosa Díaz, Santiago Abascal deberá abandonar la presidencia del partido y dar paso a otro. Pero… ¿Y si Abascal vuelve a salir elegido por mayoría? ¿qué nuevos editoriales con derecho a pataleta aparecerán en los medios?
Hace una semana, el Partido Popular se descolgó con un gran titular diciendo que van a canibalizar el voto de Vox. Un gran error de táctica porque el votante de Abascal es votante de trinchera y no está dispuesto a la manipulación. Creo que los estrategas de Feijoó se han dado el tiro en pie. Ya lo dijo Santiago Abascal hace semanas, que habría un ataque mediático señalándolos y tratando de hundirlos. También el PP ha dejado entrever que su táctica para canibalizar a los voxeros consistirá en endurecer el mensaje. Y no saben que el votante de Vox es un votante de trinchera. Es un seguidor de ideas que le representan y no admite que le digan qué debe pensar, ni las mentiras ni tampoco los cambios de opinión continuados. Hay tres millones de votantes que seguirán haciéndolo porque a diferencia del resto del arco parlamentario, es el único partido que no está imputado ni acusado de corrupción, es el único que ha cumplido el programa electoral y que aspira a que sus principios estén representados porque escucha en la tribuna lo mismo que diría cualquiera de ellos. Porque saben que el PP y PSOE son iguales con pequeñas diferencias, que sus líderes son tal para cual -quizá por eso se odian al tiempo que se necesitan-, ¿o alguien pondría la mano en fuego porque Alberto Núñez Feijoó derogará todas las tropelías de que Pedro Sánchez ha cerrado con independentistas, filoetarras y comunistas…? No sé, que se lo pregunten a Mariano Rajoy.
El votante de Abascal es votante de trinchera y no está dispuesto a la manipulación. Es un seguidor de ideas que le representan y no admite que le digan qué debe pensar, ni las mentiras ni tampoco los cambios de opinión continuados
Soy de la opinión de que Abascal va a salir por mayoría elegido como líder. Otra cosa son los motivos que hayan tenido para adelantar este proceso electoral interno, como por ejemplo los nuevos tiempos que vive España con un gobierno que está vendiendo por desguace la unidad nacional y la igualdad entre los españoles, las elecciones gallegas y las europeas, así como las muy probables generales porque el gobierno Frankenstein no durará mucho. El partido necesita un cambio orgánico y estructural ante escenarios nuevos. En la actualidad tiene poder en varias comunidades con representación política y coordinar ese poder exige nuevas estructuras internas.
Política y ficción (Península), de Pablo Bustinduy y Jorge Lago. ¿Qué relación guarda la política con la ficción? ¿Por qué decidimos creer en ciertas ideas políticas en lugar de en otras? ¿Cómo influye la ideología en nuestra forma de imaginar el futuro individual y colectivo? Este libro plantea por qué hemos llegado a esta encrucijada, invitándonos a producir nuevas ficciones que den forma a horizontes políticos diferentes.
La sorpresa Vox (Deusto), de VV. AA. Este libro cuenta con la participación de varios de los mejores periodistas y columnistas españoles, responde a las principales cuestiones que todos nos hacemos sobre Vox. Encontrarás claves para el análisis, datos sociológicos, detalles de sus ideas y propuestas. El objetivo es comprender el fenómeno de la derecha en alza.
El concepto de lo político (Alianza edit.), de Carl Schmitt. La obra de Schmitt no puede disociarse del advenimiento de la democracia de masas ni interpretarse al margen de su crítica a la democracia liberal y parlamentaria. En esta línea, la originalidad schmittiana radica en la propuesta del criterio amigo-enemigo como la distinción última que da sentido a la política como fenómeno autónomo y singular.